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Irak, cinco años en guerra
Columna
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La guerra, escamoteada

Andrés Ortega

Cuando va a cumplir cinco años, pese a la tragedia diaria, la guerra de Irak se va desvaneciendo. Parecía difícil que en el III Foro de Bruselas, dedicado a las relaciones transatlánticas y a un repaso de los problemas del mundo, se pudiera prácticamente pasar de puntillas sobre este conflicto. Y sin embargo, así ha sido. De la cuestión que más ha separado a los europeos y a algunos de éstos de Estados Unidos ha dejado políticamente de existir. Así el (aún por unos días) primer ministro belga Guy Verhofstadt -y no fue el único sino que respondió a una tónica general- pudo hablar del conflicto entre palestinos e israelíes para saltar directamente, si acaso pasando por Irán, a Afganistán, donde supuestamente se encuentra ahora el gran caladero de terroristas yihadistas, sin pasar casi por Irak, como si no se hubieran generado vasos comunicantes entre ambos conflictos, o como si la guerra que empezó EE UU en 2003 no hubiera cambiado profundamente la ecuación de poder en toda la región.

Ni los republicanos ni los demócratas tienen interés en que se hable de la guerra de Irak
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El German Marshall Fund, que organiza el foro, ha realizado un estudio que demuestra que por la guerra de Irak Estados Unidos perdió gran parte de su prestigio en el mundo y especialmente en Europa, sin recuperarlo. El deterioro de la imagen de Bush ha arrastrado a la del país. Si una mayoría de los europeos (64%) consideraba en 2002 deseable el liderazgo de Estados Unidos en los asuntos mundiales (frente a 31% que lo veía como indeseable), a finales de 2007 esta visión se había invertido (36%, frente a 58%). Hay, sin embargo, una gran diferencia a este respecto entre la opinión pública y la de las élites. Quizás porque los dirigentes europeos prefieren mirar para otro lado, como si Irak no existiese.

El debate se centró más en Afganistán, "una guerra en la que la OTAN no está teniendo éxito", según vino a recordar en tono algo irritado (por las constantes críticas a Rusia en este foro) Konstantin Kosachev, presidente de la Comisión de Exteriores de la Duma rusa. No hay estrategia de salida. Y cabe recordar que algunos de los males que tanto daño han hecho a la imagen de EE UU empezaron en la guerra legal (por tener apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU) de Afganistán, como los vuelos secretos de la CIA, la tortura a prisioneros, o Guantánamo. Mientras, redoblan las presiones de Estados Unidos y Canadá para que no haya diferencias en la contribución de los aliados de la OTAN a las actividades en Afganistán, pues algunos (como alemanes y españoles, entre otros) pretenden evitar entrar en misiones abiertas de combate.

La Administración de Bush tiene interés en que se hable poco de Irak, para no dañar las posibilidades del candidato republicano John McCain a la Casa Blanca. Washington pretende estabilizar la situación militar y no meterse demasiado en la estabilización de la situación política, pues llevaría a poner sobre la mesa la permanencia de las tropas de Estados Unidos, y sacar la guerra de la agenda política. Y los demócratas tampoco tienen gran interés en agitarla, dados los progresos en Irak, al menos hasta hace poco.

Irak es la primera prioridad en materia exterior y de seguridad en una campaña electoral en curso en EE UU, ahora dominada, sin embargo, por la economía. Si los europeos no hablan con los americanos de Irak, éstos sí lo hacen entre sí, como quedó claro en un debate entre asesores de Hillary Clinton y de McCain. Ambos campos pretenden salir de Irak (sin fecha clara), pero "sin perder". McCain defiende incluso una victoria para EE UU, aunque necesite el tiempo que sea para lograr este fin.

No es sólo la Administración de Bush la que ha suministrado una dosis de anestesia a la opinión pública de EE UU sobre la guerra. Según un estudio del Centro Pew, sólo un 28% de los ciudadanos adultos son capaces de acertar que unos 4.000 estadounidenses han muerto en este conflicto, frente a 54% en agosto pasado. La mayor caída se da entre los republicanos. El estudio se apoya en el Índice de Noticias publicado por el Proyecto para la Excelencia en Periodismo de EE UU, según el cual, el porcentaje de noticias dedicadas a la guerra ha caído de 15% de media en julio pasado, a 3% en febrero de 2008. Hasta finales de ese mes, y desde mediados de octubre, no ha sido la noticia principal. La conclusión es que la conciencia sobre este conflicto entre el público estadounidense ha bajado tanto como la cobertura de los medios de comunicación.

www.elboomeran.com

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