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ELECCIONES 2008 | Las consecuencias del 9-M

La reflexión en el PNV afectará a los planes de Ibarretxe

Los peneuvistas creen "muy difícil" poder apoyar la investidura de Zapatero y no descartan abstenerse

Sabin Etxea mostraba ayer la cara y la cruz del resultado electoral del pasado domingo en Euskadi. Mientras en la sede peneuvista la ejecutiva que preside Íñigo Urkullu iniciaba la anunciada "reflexión estructural" que a buen seguro influirá en la hoja de ruta dibujada por el lehendakari Juan José Ibarretxe, los seis diputados peneuvistas electos se mostraban moderadamente optimistas.

El PNV contará la próxima legislatura con el cuarto grupo parlamentario en el Congreso, pese a haber perdido un diputado con respectoa a 2004. No serán "irrelevantes" como pronosticaban los socialistas, pero tampoco podrán influir tanto en Madrid como hubiesen deseado.

"Vamos a tener juego en la próxima legislatura", aseguraba ayer a este periódico, en una conversación informal en Sabin Etxea, el diputado electo por Guipúzcoa José Ramón Beloki. "Y lo vamos a jugar", apostillaba Pedro Aspiazu ante la atenta mirada de Josu Erkoreka. Para empezar, siendo el cuarto grupo parlamentario, el PNV aspira a tener una secretaría en la Mesa del Congreso.

Otra cosa será la negociación que se abra a partir de ahora para la investidura de Zapatero. A priori, y sin descartar aún nada, el partido que lidera Urkullu considera "muy difícil" que finalmente sume al PSOE sus seis diputados en la sesión de investidura al candidato socialista. El PNV, que ayer conocía ya los primeros contactos entre el PSOE y dirigentes cualificados de CiU, es consciente de que, al menos aritméticamente, los 169 diputados socialistas y los 11 de los nacionalistas catalanes de CiU cimentan una mayoría absoluta sobrada. Pero aún hay que construir ese acuerdo y ver si se puede convertir en un pacto de legislatura o el PSOE prefiere suscribir acuerdos a varias bandas, sin excluir al PP en los asuntos de Estado.

La visión de los hombres y mujeres de Urkullu en Madrid era la cara de lo que acontecía ayer en Sabin Etxea. La cruz había que buscarla en el análisis de la derrota del domingo a manos de un PSE que batió a los peneuvistas en todos los frentes, incluidos feudos tradicionales del nacionalismo como Vizcaya. El PSE, que ha ganado en todos los territorios y en las tres capitales, sacó al PNV el 9-M casi 11 puntos y más de 122.000 votos de diferencia en el conjunto de la comunidad autónoma

Fuga de votos al PSE

"En Euskadi, es evidente que ha habido mucho voto nacionalista que se había marcado como objetivo prioritario en esta cita con las urnas frenar al PP y, como consecuencia de esa feroz bipolarización que se ha producido entre las fuerzas políticas, no ha encontrado mejor aliado para eso que votar al PSOE, a Zapatero", explicaba ayer Erkoreka al analizar los malos resultados.

La Ejecutiva del PNV estudió en Sabin Etxea, en presencia del lehendakari, los números y las perspectivas que se abren a partir de ahora. Urkullu está preocupado por el comportamiento electoral de sus votantes, que llevan tres elecciones dándoles la espalda. Bien quedándose en la abstención o, como el pasado domingo, fugándose de manera homogénea en las tres provincias al partido de Patxi López.

Pero la "reflexión estructural" que anunció la misma noche electoral Urkullu será de calado. Irá más allá de la lectura realizada ayer del varapalo electoral del domingo. Urkullu quiere "volver a acertar" y evitar el sorpasso socialista en las próximas autonómicas. Y espera poder hacer una verdadera reflexión, profunda y seria que conecte al PNV de nuevo con la sociedad vasca y le permita recuperar la centralidad perdida. Sobre todo cuando el "cauce central" de la sociedad vasca (PNV, EA y EB) al que apela el lehendakari se ha quedado casi sin agua al perder el domingo 200.000 votos frente a 2004. Y ese planteamiento de fondo afectará previsiblemente, según diversas fuentes, a la hoja de ruta diseñada por Juan José Ibarretxe. Sobre todo si desde La Moncloa el presidente Zapatero llena de contenido la "disposición favorable al dialogo" mostrada ayer en la primera comparecencia tras su victoria.

Ibarretxe, que ayer se sentó en la reunión del EBB celebrada en Sabin Etxea flanqueado por sus dos principales valedores en la ejecutiva, el líder guipuzcoano, Joseba Egibar, y el máximo dirigente alavés, Iñaki Gerenabarrena, no ha estado muy contento con la campaña que ha realizado su partido en estos comicios, según diversas fuentes.

Pero los sectores más pactistas dentro del PNV creen que de haber jugado a fondo en campaña al soberanismo y la consulta de octubre el varapaño podría haberse acrecentado: "Como le ha pasado a EA, que con un discurso nítidamente independentista se ha quedado fuera del Congreso", añaden las mismas fuentes.

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