La UE alerta de los riesgos de conflicto en el Ártico por el deshielo

Los efectos y desafíos del cambio climático se multiplican. Los líderes europeos debatirán sobre ello en el Consejo Europeo, que se celebrará los próximos jueves y viernes en Bruselas. Por una parte, analizarán sus consecuencias, no sólo de naturaleza humana sino también "los riesgos de política y seguridad que afectan directamente a los intereses europeos", según un documento elaborado por los servicios del Alto Representante de la UE, Javier Solana, y la Comisión Europea. El control de las reservas energéticas del Polo Norte se apunta como una posible fuente de conflictos con Rusia.

Los jefes de Estado y de Gobierno analizarán también las dificultades con las que tropiezan muchos Estados para cumplir los objetivos de lucha contra el cambio climático fijados en 2007. El documento que Solana presentará al Consejo señala la preocupación por las consecuencias del "rápido derretimiento del hielo en los casquetes polares, especialmente en el Ártico, que está abriendo nuevas vías de navegación y rutas de Comercio Internacional". "Además", añade, "el aumento de la accesibilidad a los enormes recursos de hidrocarburos en la región del Ártico está cambiando la dinámica geoestratégica de la región, con potenciales consecuencias para la estabilidad internacional y la seguridad de los intereses europeos". "Los nuevos intereses estratégicos", precisa, "se han ilustrado por la reciente colocación de la bandera rusa en el Polo Norte".

Reducción de emisiones

Otro capítulo de debate se centrará en las dificultades para acordar los recortes de CO2 en la industria del automóvil, y la posible revisión del objetivo del 10% en el uso de biofuel en el transporte para 2020, por sus posibles consecuencias negativas en la producción de alimentos. Los malos resultados obtenidos en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte suponen una seria traba para que la UE consolide su posición de liderazgo en la lucha contra el cambio climático.

El reciente informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente expresaba su preocupación porque "Europa no logra reducir las emisiones derivadas del Transporte". El sector registra un fuerte crecimiento en número de pasajeros y la carga transportada crece a un ritmo superior al de la economía.