Israel ataca Gaza mientras Rice se reúne con Olmert

Israel dejó anoche meridianamente claro que nada ni nadie va a detener la persecución de los milicianos palestinos en Gaza. Con o sin lanzamiento de cohetes. En el momento en que la jefa de la diplomacia estadounidense, Condoleezza Rice, se reunía con el primer ministro israelí, Ehud Olmert, y pocas horas después de que el presidente George Bush proclamara su optimismo en que las negociaciones entre israelíes y palestinos darán fruto antes de fin de año, soldados de infantería y una veintena de vehículos blindados apoyados por helicópteros invadieron de nuevo la franja.

No habían pasado dos días desde la retirada de los soldados de Yabalia -tras cinco días de escarmiento a la población civil y a los milicianos que dejaron más de 120 muertos, más de la mitad de ellos civiles- y el Ejército israelí volvió a la carga. Esta vez en el sur de la franja, en las cercanías de Jan Yunis, los militares rodearon una casa en la que vive uno de los jefes del brazo armado de la Yihad Islámica. Siempre presentes en la frontera, grupos de milicianos se enfrentaron a los soldados. Tres palestinos resultaron heridos. Por la mañana, la aviación israelí ya había matado a dos miembros de Hamás.

Más de tres meses después de iniciadas las negociaciones, no se ha dado todavía el primer paso. En Cisjordania, donde gobierna el presidente Mahmud Abbas, el Gobierno de Olmert se niega a relajar el régimen de controles militares que convierten en un infierno la vida cotidiana. El mandatario palestino se ha visto forzado a suspender las reuniones de los comités negociadores tras la carnicería desatada en Gaza hasta el lunes. Rice abogaba ayer por la reanudación del diálogo "lo antes posible".