Conductores de autobús violentos

¿Callejón sin salida? La huelga de los conductores de autobuses que se inició ayer y se prolongará toda la semana -y todos los jueves a partir de la próxima- no tiene, por ahora, visos de solucionarse. Los sindicatos que la promueven, CGT y Actub -UGT y CC OO no la impulsan, pero la secundan-, dejaron bien claro en la asamblea celebrada en la plaza de la Universitat que sólo se sentarán a negociar con la empresa si ésta no pone condiciones. "Ni una", insistió el presidente del comité de empresa, Saturnino Mercader.

Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB), por su parte, argumentó que acepta la reivindicación de los dos días de fiesta semanales, pero que para negociar y hablar es imprescindible la desconvocatoria del paro. La empresa considera que detrás de los dos días de fiesta semanal hay otras exigencias, como una reducción de 285 horas de trabajo anual por conductor y un incremento salarial del 20%. También han calculado el coste: 35 millones de euros. "De todo se puede hablar, aceptamos avanzar la negociación del convenio, pero sólo si desconvocan la huelga", insistió la edil Assumpta Escarp, presidenta de TMB.

Mientras, el conflicto ya va por la cuarta serie de paros y se está radicalizando. Ayer, un trabajador de TMB fue detenido en una cochera acusado de agredir a un guardia urbano, y una docena de autobuses fueron blanco de sabotajes, además de 14 puertas de estaciones de metro. Todo ello en medio de un importante despliegue de los Mossos para garantizar que los servicios mínimos funcionaran con normalidad. Y así fue. Sobre todo por el temor de los trabajadores a que, en caso de incumplimiento de los servicios mínimos, la Generalitat dicte un laudo "que puede ser negativo" para ellos, subrayó Josep Garganté, uno de los portavoces de CGT. Este sindicato se congratuló de que el seguimiento de la huelga fuera total y "sólo" cinco conductores no afectados por los servicios mínimos salieran a trabajar. La semana de paro se encara, además, con el 23% de la plantilla,-unos 2.900- de baja. "En los paros de diciembre aumentaron las bajas, pero no tanto como ahora", señalaron portavoces de TMB. Y añadieron que si las bajas se prolongan, instarán inspecciones médicas.

Que el conflicto está enquistado quedó patente en la asamblea. Al grito de "¡a la derecha quien esté a favor de la huelga indefinida y a la izquierda quien ratifique la huelga para esta semana y paro para los jueves!", el más de medio millar de conductores se repartió en dos grupos bastante homogéneos, salvando la inicial confusión de a la derecha o izquierda de quién.

La asamblea terminó con una marcha desde la plaza de la Universitat a la comisaría de Les Corts -con la Guardia Urbana desviando el tráfico-, donde estaba detenido un trabajador, que fue puesto en libertad horas más tarde. Más información en la página 3