El exilio cubano en España desconfía de la voluntad de cambio del régimen
Los disidentes reclaman elecciones libres y la liberación de los presos políticos
"Como un rey sin trono, pero rey al fin y al cabo". Así definió ayer la nueva situación de Fidel Castro el vicepresidente de la Unión Liberal Cubana, Antonio Guedes. Como él, la mayoría de los disidentes que viven en España recibieron con esperanza y cautela la decisión del líder de la revolución de dejar la presidencia. Casi ningún opositor cree que se vaya a producir un cambio real de poder ni una transición, sino más bien una sucesión. Pero aprecian una ligera voluntad de diálogo y piden que se convoquen elecciones con garantías democráticas.
Desde que Castro cayó enfermo, en agosto de 2006, el exilio cubano en España (76.000 personas) ha vivido esperando un cambio. Annabelle Rodríguez, presidenta de la Asociación Encuentro de la Cultura Cubana, se mostraba ayer un poco más optimista: "Es prematuro hablar de transición, pero últimamente se han generado unas expectativas de cambio en la población que abren un nuevo escenario".
"Si el pueblo no se levanta, puede haber una dictadura otros 50 años"
Un poco más pesimista, Antonio Guedes consideraba que, si hay cambios reales, será a medio y largo plazo. "Creo que la marcha de Fidel es un claro cambio cosmético", añadió. "Lo que hay que hacer es liberar a los 200 presos políticos del régimen, convocar elecciones libres y derogar las leyes represoras que impiden a los cubanos, entre otras cosas, salir de su país cuando quieran".
Lo que para unos es un paso adelante en la apertura política -permitir la excarcelación de algunos presos políticos-, para otros es una muestra más de cerrazón del régimen -más que liberados, afirman que los presos son deportados-. Pero coinciden en general en que se trata de "una noticia con una indiscutible importancia histórica", según dijo el líder opositor Oswaldo Payá en un comunicado enviado desde La Habana. "El sustituto de Fidel debe ser el pueblo soberano", afirmó el fundador del Movimiento Cristiano de Liberación. ¿El nuevo Gobierno realizará las reformas necesarias? "Es un momento delicado y no vamos a poner ni un gramo de odio en este proceso. Hay que mirar hacia delante", respondió Carlos Payá, hermano de Oswaldo, que vive en Madrid.
Más tajante fue a la hora de responder esa pregunta el periodista Alejandro González Raga: "Con el único Raúl con el que habrá cambios en Cuba es con Raúl Rivero", dijo contraponiendo a Rivero, un poeta condenado a 20 años de cárcel por enemigo de la revolución, con el hermano de Fidel Castro, Raúl Castro, que podría seguir al frente del poder.
González Raga es uno de los cuatro presos políticos que fueron liberados el pasado fin de semana y que han sido trasladados a España. Él y sus ex compañeros convocaron ayer una rueda de prensa en Madrid en la que se mostraron muy escépticos. "Si el pueblo no se levanta, puede haber una dictadura otros 50 años", advirtió González Raga. Otro preso, Pedro Pablo Álvarez, hizo un llamamiento a "todo el mundo democrático para que se solidarice con el pueblo cubano, no con el Gobierno, porque este barco se está hundiendo".
El factor económico y la salud han sido claves en la decisión de Castro de dejar la presidencia, según Jaime Manso, presidente de Puente Familiar con Cuba: "Fidel ha visto que ha llegado su hora; está demasiado enfermo para dar discursos en la plaza de la Revolución y su socio clave, Venezuela, no parece tan fuerte". Más radical fue el presidente de la Asociación Cubana-Española, Ernesto Valdama, que calificó el posible cambio en Cuba de "farsa" y pidió al "mundo civilizado" que "rompa todas las relaciones" con el país. "Son el mismo perro con distinto collar", dijo de los hermanos Castro.
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