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16 empresas de un polígono de Vigo ignoran dónde vierten sus residuos

Ni inspectores ni usuarios localizan el emplazamiento de una fosa séptica

En el polígono empresarial vigués de Miraflores, donde actualmente hay radicadas 16 empresas (con 28 naves y más de 300 empleados), nadie sabe dónde van a parar las aguas residuales que producen. Hasta hace unos años confluían en una fosa que periódicamente se vaciaba al río Lagares previa adición de agua con colorante, pero la comunicación de la fosa con el río fue clausurada y a día de hoy, aunque los usuarios del polígono creen que sus aguas residuales se vierten en una fosa séptica alternativa, nadie ha podido precisar en qué lugar se encuentra.

Esta extraña situación fue descubierta en octubre pasado durante una inspección realizada conjuntamente por personal municipal y de Augas de Galicia, organismo autónomo de la Consellería de Medio Ambiente que entre otras cosas controla el vertido a los ríos. El Ayuntamiento es responsable, por su parte, de las conexiones a la red de alcantarillado y, concretamente, en el caso que se trata, al colector construido en paralelo al río Lagares a mediados de la pasada década.

Chus Lago apuntó 160 desagües fraudulentos al río Lagares hace meses

Este colector fue concebido con el fin de eliminar la intensísima contaminación del Lagares, producida sobre todo por la multitud de empresas asentadas en sus orillas y que vertían directamente al cauce. A mayores, desde 1994 todas las empresas ubicadas a menos de 100 metros del colector están obligadas a conectarse a él, previo tratamiento de los residuos si fuera necesario, o verter al río con autorización de Augas de Galicia. Para las empresas que se encuentren a más de 100 metros del colector no hay nada legislado, lo que abre la puerta a una casuística extraordinariamente variada.

La deportista Chus Lago, responsable de Medio Ambiente en el gobierno vigués, asumió como su primer gran objetivo la limpieza del Lagares y en verano se puso manos a la obra, pateando el cauce del río. No parece tarea fácil. Ya hace más de una década, una vez inaugurada la depuradora en la desembocadura del río, el conselleiro Xosé Cuiña soltó aguas arriba una bandada de patos que certificarían el pleno saneamiento del río. La Xunta se había gastado una millonada en el colector y todas las empresas habían sido emplazadas a clausurar sus vertidos. Los patos, depositados en aguas transparentes, murieron todos al cabo de unos días, envenenados por vertidos que entonces no se quisieron reconocer, atribuyéndolo a un atentado ecológico para desvirtuar los avances que la Xunta había implantado.

El saneamiento del Lagares ha sido anunciado después en otras muchas ocasiones. En julio pasado Chus Lago señalaba la existencia de unos 160 desagües fraudulentos en los 19 kilómetros del río. Decenas de ellos ya habían sido clausurados cinco años antes.

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En el caso del polígono de Miraflores, no vierte al río y sus propios usuarios -salvo un par de talleres, el resto de las naves son almacenes- se muestran perplejos por la situación. Todos creían estar vertiendo a una fosa séptica, aunque nadie sabe su emplazamiento. Augas de Galicia les dio en octubre 15 días de plazo para dar cuenta del "estado actual de la fosa séptica y plano de la red de abastecimiento y saneamiento del polígono". En diciembre les abrió un pliego de cargos por no atender al requerimiento y ahora ha abierto un trámite de prueba reiterando el requerimiento respecto a la fosa séptica.

Augas de Galicia requirió a la vez información a los técnicos municipales sobre la posible conexión del polígono a la red de saneamiento. No ha obtenido respuesta. Éstos emplazaron al responsable del polígono a que obtuviera los planos de su red de saneamiento en Oreco, la empresa que lo construyó. Pero Oreco aduce ahora el saneamiento no fue obra suya.

"Tolerancia cero"

Tanto la responsable municipal de Medio Ambiente, Chus Lago, como el propio alcalde vigués, Abel Caballero, reiteran frecuentemente su máxima de "tolerancia cero" con los vertidos contaminantes al Lagares. Este compromiso declarativo choca, sin embargo, con "los efectos acumulados del abandono", según reconocían ayer mismo fuentes municipales, a que ha sido sometido el río.

No hay constancia cierta de cuántas empresas vierten ilegalmente. En algunos casos incluso carecen de licencia de actividades e instalaciones. En otros, los residuos pasan por fosas sépticas antes de ser vertidos al río, lo cual también está rigurosamente prohibido.

En la web municipal, que ha sido reconocida por su calidad y servicios generales, la página de Medio Ambiente resulta pintoresca. Apenas hay información útil y ninguna sobre la Ordenanza Municipal de Vertidos. De los 11 trámites que permite activar, siete se refieren a animales de compañía. El máximo responsable técnico del área es a su vez titular de una clínica veterinaria, eso lo explicaría.

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