Un héroe contra Bandar
El príncipe Bandar de Arabia Saudí es un personaje que va a acumulando demasiados cadáveres en el armario. El último que ha saltado ha sido la presión sobre el Reino Unido para que abandonara una investigación judicial contra su persona por, supuestamente, recibir más de 1.500 millones de euros en sobornos para favorecer ventas de armas del gigante aeroespecial BAE (British Aerospace/Marconi Electronic). Según se ha sabido en el juicio en el Reino Unido, Bandar fue recibido en diciembre de 2006 en Londres por el entonces primer ministro Tony Blair, al que planteó interrumpir la cooperación entre ambos países en la lucha antiterrorista si no se detenía la investigación. Pocos días después, el embajador británico en Riad señalaba que los saudíes le habían dicho que "vidas británicas estaban en riesgo", y que "si esto causaba otro 7-7 [referencia a los atentados de Londres de 2005], ¿quién podría decir que la investigación [sobre el soborno] era más importante?". Es una gran inmoralidad que Arabia Saudí amenazara de este modo. Y también, además de una violación de la legislación vigente, que Blair se doblegara.
Bandar está acostumbrado a medrar. Es hijo del príncipe heredero de su país y está a la cabeza del Consejo de Seguridad Nacional. Educado militarmente en EE UU, durante años fue embajador de su país en Washington e íntimo amigo de los Bush, especialmente del actual presidente, con el que a menudo se reunió antes y después del 11-S en la Casa Blanca. Tenía un lujoso rancho en Colorado. Le han pillado en Londres; y también en EE UU: allí, además, ha renunciado a recurrir la prohibición de llevarse el dinero de la venta de sus bienes.
Tony Blair debe una explicación pública de lo ocurrido, pues un primer ministro no puede ceder ante amenazas de ningún tipo, y menos de este tenor. El intento de tapar el soborno y la amenaza es otra mancha que salpica al ex primer ministro. Aún queda, sin embargo, gente honrada. El juez ha calificado de "héroe total" a Mathew Cowie, el funcionario de la Oficina de Fraudes Graves que llevó el caso y resistió las presiones de los abogados de BAE para enterrar el asunto.
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