Un, dos, tres... mutantes
El pop avanzado y estimulante de los brasileños Kassin +2 gira por España
Primero se presentaron con el nombre de Moreno +2, luego como Domênico +2 y ahora son Kassin +2. "Se trata de la misma banda con distinto cantante. La idea siempre fue que la banda pudiera cambiar todo el tiempo y de este modo necesita tocar de acuerdo a las limitaciones del cantante", explica el bajista y productor Kassin. "Siempre me ha gustado componer canciones pero no siento un gran placer en cantarlas. No canto en casa. Sólo cuando tengo que hacerlo y basta", dice riendo.
El disco de Kassin +2, publicado como los dos anteriores por el sello de David Byrne, se titula Futurismo y en la portada hay unas palmeras. "Es una broma. Todo el mundo esperaba que fuese muy experimental, innovador y electrónico, pero la intención siempre fue hacer un disco de canciones", cuenta. "No tenemos un estilo definido y eso es algo común a los tres discos. Creo que en éste hay un poco de todo. Pasa por muchos espectros y a veces están todos juntos en una misma canción. Aunque yo vengo de bandas de rock y considero que, por más suave que sea, tiene un punto de vista de rock", comenta.
"Al ser Moreno hijo de Caetano pensaron que seríamos más predecibles"
Kassin, Domênico y Moreno, que volverán a España en julio como miembros de la singular Orquestra Imperial, actúan mañana en Huesca (Centro Cultural del Matadero), el día 15 en Gijón (Sala Albéniz), el 16 en Mondragón (Amaia Antzokia) y el 18 en Vigo (Auditorio Caixanova). "Al principio, por ser Moreno hijo de Caetano Veloso, había una expectativa de que fuésemos mucho más brasileños de lo que éramos. Cuando el proyecto se fue desarrollando quedó más claro que estábamos Domênico y yo, y que aquello iba a ser de muchas formas diferentes. Ahora sentimos que el público está dispuesto a ir a ver lo que estamos haciendo en cada momento".
El disco se grabó en el estudio que Kassin y Berna Ceppas tienen desde 1994 en Río de Janeiro. "Puedo salir al escenario y cantar, pero para mí lo natural es despertar por la mañana e ir al estudio de grabación", afirma. "Como hay muchos proyectos a veces tengo que tocar el bajo en un tipo de música con la que no tengo intimidad. O encontrar la forma de grabar un instrumento que nunca grabé. Hay días que tengo que tocar teclados, otros guitarras... Me mantiene más activo creativamente".
"En realidad los conciertos son una gran rutina. Te levantas temprano, desayunas en el hotel, viajas, llegas a una ciudad nueva que no vas a tener tiempo de conocer, comes rápido y mal, vas a pasar la prueba de sonido, tienes una hora para ducharte y ya es la hora del concierto. Luego te acuestas temprano porque estás cansado. Y al día siguiente lo mismo", explica riendo.
Babelia
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