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Reportaje:

Mediciones y básculas ensombrecen Cibeles

Tres modelos han sido rechazadas para desfilar

La 49ª edición de la Pasarela Cibeles dedicada al próximo otoño-invierno comienza hoy en el Recinto Ferial Juan Carlos I de Madrid (Ifema) -hasta el próximo viernes 15- con la sombra de la medición antropométrica de la mujer como una mala égida. Una edición que prometía ser la mejor en mucho tiempo tras el desembarco de catalanes y andaluces a los que Cibeles reabrió los brazos tras hundirse el salón barcelonés.

En paralelo y de transfondo, dos polémicas que han suscitado recelos en el sector de la moda: la agria y molesta obligación para las modelos (muchas de las top españolas más importantes se han negado, entre ellas, Eugenia Silva) de ser pesadas y medidas bajo la supervisión de una endocrinóloga especialista, Susana Moreneo, a instancias de la Comunidad de Madrid, que preside Esperanza Aguirre.

La moda española, salvo excepciones, depende del dinero público
Las pasarelas de París, Italia y Londres no pesan a las maniquíes

Otro motivo de descontento general es el programa de medición antropométrica del Ministerio de Sanidad y Consumo para crear un nuevo sistema de tallas basado en un estudio que identifica tres tipos morfológicos: mujer cilindro, diábolo y campana.

Un industrial de Cataluña afirma: "El proyecto, salvo su interés antropométrico para los científicos, es inútil para el mercado. Sobre todo con la globalización de los mercados y de los productos". Un diseñador, que prefiere omitir su nombre, recalca: "Con este absurdo, la etiqueta de una prenda de vestir pasaría a ser una especie de manual de instrucciones. A ver cómo se cachondean de esta simpleza los italianos y franceses; ni siquiera repararán que esta locura nos puede separar más aún, si cabe, del mercado internacional".

Medir a la mujer española en busca de un tallaje ideal y realista es una quimera y un invento nada nuevo. En otros países donde se viven los mismos problemas (anorexia, bulimia, sobrepeso) se han tomado medidas digamos más elegantes, menos expeditivas y con resultados positivos. Por ejemplo: Milán hace ya cuatro años, en un acuerdo sin precedentes entre el Ayuntamiento y la Cámara de la Moda, imprimió un millón de folletos informativos. Y tuvo la valentía de abrir la Semana de la Moda con la firma Elena Miró, de tallas grandes, desde la 46 hasta la 54.

A nadie en París, Londres o Italia se le ha ocurrido pesar a las modelos, sobre todo porque cada casa contrata a las suyas. En cambio, la organización de Cibeles es la que paga y garantiza a cada diseñador un elenco de 18 modelos y la infraestructura. Aparte, cada diseñador puede contratar por su cuenta alguna celebridad. Aún se recuerda cuando Roberto Verino invitó, en 2001, a que desfilara una oronda Monica Bellucci fuera de todas las convenciones del modelaje al uso.

La moda española, salvo contadas excepciones, depende del dinero público. Pero no hablan en público, aunque les parezca horrible la idea de subir a las modelos en una báscula, vean inútil la caravana del autobús de las mediciones y rechacen, en privado, la campaña del ministerio que ha proporcionado un montón de chistes oportunistas.

Este año han sido rechazadas tres maniquíes inglesas. En el resto, según Susana Moreneo, se ha logrado elevar una o dos décimas la media del índice de masa corporal [indicador del estado nutricional que pone en relación el peso con la talla]. "La imagen de una delgadez extrema es lo preocupante, lo que no significa que estén enfermas ni mal nutridas. No pesamos carne. Lo subjetivo no sirve. Hay que ser objetivos y tener un criterio científico", apunta Monereo. Los modistas callan, la adalid de la báscula es Esperanza Aguirre, voz cantante en Ifema.

Y hoy comienza Cibeles con un apretado programa. Cinco días, 33 desfiles, 37 propuestas. Ayer por la tarde ya desfiló TCN en el parque del Retiro y el miércoles lo hará Ion Fiz por su cuenta en el Colegio de Médicos. Dos malas noticias: Ailanto ha anunciado que deja de producir y el dúo Locking-Schoking se ha separado. Para compensar, por primera vez se incluye a una brasileña, Gloria Coelho, una celebridad en su país.

El lunes desfilan Jesús del Pozo, Duyos, Lemoniez, Ángel Schlesser, Victorio & Lucchino, Agatha Ruiz de la Prada y Elio Berhayer; el martes veremos a Francis Montesinos, Devota & Lomba, Davidelfín, Roberto Torretta, Miriam Ocáriz y Miguel Palacio. El miércoles 13, Alma Aguilar, Alianto, Javier Larraínzar, Carmen March, Lydia Delgado, Amaya Arzuaga y Gloria Coehlo; la cita del jueves es con José Miró, Andrés Sardá, Juanjo Oliva, Kina Fernández, Antonio Alvarado y Ana Locking; el viernes, día de cierre, empieza Josep Abril, Hannibal Laguna y Sita Murt. Luego, cuatro desfiles dobles: Anke Schlöder y Luxoir; Juana Martín y María Lafuente; El Delgado Buil y Carlos Díez; y cerrando un desfile de peletería, Miguel Marinero y Olga Ríos.

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