El congreso de móviles pone a prueba a Barcelona

Barcelona pasará examen la semana que viene. Más de 50.000 expertos en telefonía móvil de 200 países tomarán la ciudad durante cuatro días, del 11 al 14 de febrero. Y no son unos visitantes cualesquiera. Uno de cada tres asistentes al Mobile World Congress es un cargo ejecutivo. Ésta es la tercera edición de uno de los congresos claves por su importancia económica, ya que deja alrededor de 140 millones de euros en la ciudad en plena temporada baja.

La duda sobre la continuidad del congreso planea sobre Barcelona. La organización ha confirmado su voluntad de mantenerse en la ciudad. La novedad es que tras el congreso iniciará una negociación con las instituciones catalanas. Los responsables del congreso han detallado los aspectos que deben mejorar: el control de los precios de los hoteles, algunas infraestructuras del recinto ferial de Montjuïc y la seguridad en la ciudad.

Bill Gajda, director de mercadotecnia de la asociación GSM, organizadora del congreso junto con Fira de Barcelona, afirmó ayer que no se plantean un cambio de ubicación, aunque "hay que seguir trabajando para mejorar el evento".

Asimismo señaló que la organización ha observado un aumento excesivo de los precios en los hoteles de dos y tres estrellas, de alrededor del 9%. La organización tenía pactado con Turismo de Barcelona un alza máxima del 5%.

"Cumpliremos el deseo de la GSM", afirmó Joan Gaspart, presidente de Turismo de Barcelona y vicepresidente del gremio de hoteles, quien calificó de "correcto" el aumento de los precios en los hoteles de lujo y aseguró respetar el compromiso.

Ciudades competidoras

Barcelona es la cuarta ciudad del mundo en congresos y convenciones y en los últimos cuatro años ha pasado de 6 a 16 hoteles de cinco estrellas, según Gaspart, quien reconoció que hay muchas ciudades a las que les gustaría albergar este congreso, "incluso algunas españolas".

Precisamente fue el precio desorbitado de los hoteles y la falta de espacio lo que obligó a abandonar Cannes (Francia), la ciudad donde se celebró el evento durante una década. Françoise de Valera, directora de organización, aclaró ayer que, pese a la subida de precios de los holeles, la situación está mejor que en 2007.

El director de Fira de Barcelona, Agustín Cordón, reconoció que se abrirá un "proceso de reflexión", pero puntualizó que la organización está satisfecha y que el contrato que liga a ambas partes se renueva automáticamente cada año.