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Universidad

Los profesores de la UPV publicarán las notas sin precisar nombres

La universidad acata la recomendación que el Parlamento le hizo en octubre

Hasta ahora resultaba frecuente que los profesores universitarios colgasen las notas de los exámenes en tablones, poniendo el nombre y el apellido de cada estudiante junto a su calificación. Esa costumbre podía propiciartanto agravios comparativos como las burlas a los alumnos con dificultades para aprobar o a los tachados de "empollones". Estos argumentos llevaron al Parlamento el pasado octubre a instar a la Universidad del País Vasco (UPV) a que ordenase a sus facultades y escuelas que protejan los datos personales de los estudiantes. La orden se ha cumplido a rajatabla, aunque algunos sectores la cuestionan.

Algunos docentes creen que el sistema de usar el DNI resta transparencia

El Consejo de Estudiantes ha constatado con satisfacción que en todas las comunicaciones de notas publicadas hasta ahora de los exámenes de febrero, que finalizan la semana próxima, se utiliza el DNI para identificar al alumno. "En los consejos de las distintas facultades había quien expresó que no le gustaba que se supieran sus notas. El alumnado está contento con el cambio", destaca una portavoz.

Algunos alumnos, en cambio, matizan que en los exámenes parciales siguen figurando los nombres en el tablón e incluso los profesores dan las notas en voz alta en medio de la clase.

Centros como el de Ingeniería de San Mamés o la Facultad de Empresariales y Económicas de Sarriko llevaban años usando el número del carné de identidad en los tablones. "Ya nos hemos acostumbrado. Nunca ha habido problemas de comparar notas, porque hay confianza entre compañeros, pero me parece bien que se respete que alguien no quiera dar a conocer las suyas", opina una estudiante de Empresariales de San Sebastián.

En la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación era habitual que se hiciesen públicos los nombres e incluso las direcciones de correo electrónico de los alumnos. Un profesor de este centro reconoce que así lo hacía: "Ahora no me queda más remedio que respetar el anonimato, pero en otros países se hace así, con DNI, así que no le doy mucha importancia, lo hago y ya está".

Otros docentes de esta misma facultad no están de acuerdo con la orden, pues "resta transparencia". "El secreto permitirá encubrir la arbitrariedad. Si yo fuese alumno estaría muy preocupado", apunta uno de ellos. Una profesora añade un argumento más al debate: "Si son públicos los resultados de las oposiciones y sacar una carrera actúa como una oposición al acceder a un puesto de trabajo, ¿por qué no hacer públicas las calificaciones?" Ella lleva años publicando las notas sólo en la intranet de la universidad pública, en la que cada alumno puede consultar sus datos empleando una contraseña. "Es por comodidad, pero si las hiciese públicas las haría del todo. Y atendería antes una petición de transparencia que una de respetar la privacidad", concluye.

El hábito de comparar las notas, una tentación que pocos evitaban, ha dejado de ser posible. "Mejor, porque la gente es muy cotilla. Una lista sin nombres también refleja cómo ha evaluado el profesor", señala una estudiante de Publicidad.

Por la queja de un alumno

La decisión del Parlamento de instar a la UPV a proteger los datos del alumnado al hacer públicas sus notas empezó a gestarse en febrero de 2007 con la queja de un estudiante, Aratz Castro. El joven utilizó el servicio de la Cámara vasca Parte Hartu, una web en la que los ciudadanos pueden hacer propuestas y preguntas que son atendidas por los grupos políticos. El joven lamentaba que los tablones mostraran los nombres y apellidos "e incluso en ocasiones el correo electrónico oficial", sin respetar la privacidad.

El PP presentó entonces una proposición no de ley para garantizar el derecho a la confidencialidad, que transaccionaron los grupos. EA precisó que Educación, departamento que controla este partido, ya ha emplazado a la UPV a cumplir las recomendaciones de la Agencia Vasca de Protección de Datos, que está trabajando con la universidad pública en un reglamento que prohibirá incluso publicar el DNI y emplazará a utilizar un sistema de códigos.

Castro citaba el ejemplo de Deusto, donde está prohibido publicar nombres y se ha extendido desde hace años el uso del número del DNI. La universidad privada ha recurrido además a las nuevas tecnologías para complementar el uso de los tablones: los estudiantes pueden consultar sus notas por Intranet o mandando un mensaje de móvil y pueden suscribirse para recibirlas automáticamente por correo electrónico o SMS.

En Mondragon Unibertsitatea no hay tablones en el pasillo: el alumno accede con una clave a sus calificaciones a través de la secretaría virtual.

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