Presos vendidos a 5.000 dólares
EE UU compró sospechosos en Afganistán y Pakistán, según una ONG británica - Los detenidos fueron trasladados a Guantánamo en vuelos de la CIA vía Portugal
"Muero aquí cada día, mental y físicamente. Eso nos pasa a todos. Hemos sido olvidados, encerrados en el medio del océano durante años". Eso dice Shaker Aamer, residente de larga duración en el Reino Unido, preso en Guantánamo desde febrero de 2002. Según la ONG de abogados británicos Reprieve, que representa a 33 presos de Guantánamo, Aamer fue secuestrado en Pakistán y vendido a las fuerzas de Estados Unidos por 5.000 dólares (3.380 euros), antes de volar, el 13 de febrero de 2002, desde Incirlik (Turquía) a la isla de Cuba vía Portugal en un avión de la CIA.
"Mientras nos llevaban andando en cuclillas de un avión a otro, uno de los guardias me golpeó en los grilletes [de tres piezas, en los pies, manos y cadera] y los hierros de las piernas se clavaron profundamente en mis tobillos", relata otro preso, Said Farhi.
El documento de la ONG de abogados, hecho público esta semana, ha puesto nombre y cara a 728 de los 744 sospechosos de terrorismo que fueron transportados por EE UU a Guantánamo. Todos ellos pasaron por "jurisdicción portuguesa", es decir, o bien pisaron suelo nacional (nueve lo hicieron, todos en las Azores), o cruzaron el espacio aéreo, según las pesquisas de Reprieve. Para llegar a esta conclusión han cruzado las listas de vuelos de la Aviación Civil lusa, los testimonios de algunos de sus clientes y documentos desclasificados por EE UU de los que se deduce el día en que cada uno de los reos, con un número de matrícula, desembarcó en la base de Guantánamo. Concluyen que Portugal -y también España- habrían tenido un papel mucho más relevante en los vuelos de la CIA de lo que han reconocido sus Gobiernos.
Esos 48 viajes hacia "la isla de la muerte", como la denomina uno de los detenidos entrevistados por Reprieve, comenzaron el 11 de enero de 2002 -con un vuelo que procedía de Morón de la Frontera-, y se mantuvieron a lo largo de tres Gobiernos hasta marzo de 2006.
La eurodiputada socialista portuguesa Ana Gomes fue atacada y vilipendiada, incluso por miembros de su propio partido y del Gobierno, cuando exigió a su país, hace meses, que informara sobre los vuelos de la CIA. Ayer, Gomes mostraba su satisfacción por los hallazgos de los abogados británicos, pero dijo no estar sorprendida porque fue ella misma la que obtuvo -por canales irregulares- los registros de los vuelos militares, después de que el Gobierno se los negara. El Ejecutivo califica las acusaciones de Reprieve como "una interpretación liviana de datos ya conocidos". Manfred Nowak, comisionado de la ONU para casos de tortura cree que sería exagerado pensar que Portugal "ayudó" a la CIA, pero admite que, en 2005 y 2006, todo el mundo tenía sospechas sobre las operaciones de la agencia: "En los casos en que no se actuó para impedir pasar los vuelos por su espacio aéreo o aterrizar en su territorio, hay una violación activa de los derechos humanos".
Un historial de revelaciones
- Marzo de 2005. Diario de Mallorca informa sobre la utilización del aeropuerto de Palma para vuelos de la CIA- Mayo de 2005. The New York Times detalla el uso de vuelos privados por la CIA- Diciembre de 2005. La secretaria de Estado Condoleezza Rice defiende ante los ministros europeos el programa de detenciones- Junio de 2006. El Consejo de Europa acusa a Polonia y Rumania de albergar cárceles secretas- Septiembre de 2006. Bush admite la existencia de las cárceles secretas. Italia abre el primer juicio contra la CIA en Europa- Noviembre 2006. El Parlamento Europeo recuenta 1.245 vuelos de la CIA
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