Balance del Macba en la encrucijada
Tras 10 años bajo la dirección de Manuel Borja-Villel, que consiguió identificar el museo con su persona y sus ideas, el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) se enfrenta a su futuro. ¿Huérfano inconsolable o hijo liberado? Cuatro críticos de arte e historiadores de diferentes tendencias y generaciones ofrecen un sintético balance de la gestión de Borja-Villel al frente del Macba y apuntan los principales retos del futuro.
Victoria Combalía, crítica
Los logros de Borja-Villel en el Macba han sido múltiples: crear un equipo estable, proponer una línea museográfica clara, colocar el museo en un circuito internacional y realizar algunas exposiciones excelentes. Entre las lagunas está la desatención a la pintura y a un proyecto de una cierta urgencia: estudiar el arte catalán desde Dau al Set hasta hoy, con parámetros historiográficos. El modelo Macba de Borja, entiende el arte como expresión de lo político y social: un criterio válido pero parcial, que debería ser ampliado y no ser excluyente.
Pilar Parcerisas, crítica
Borja ha realizado una tarea de importación de discurso, artistas y exposiciones temporales de nivel, aunque con defectos historiográficos, que ha puesto a Barcelona en el mapa internacional. Ha trabajado con poco dinero y lo ha rentabilizado con un equipo austero y una colección al servicio de la Fundación Museo de Arte Contemporáneo. Ha sido más un museo privado que público, que mediante un discurso aparentemente crítico ha intentado desactivar las posibles críticas a su modelo.
Juan Antonio Ramírez, historiador
Borja ha conseguido dotar el Macba de una identidad y una personalidad bien definidas. Hasta que las circunstancias aconsejen cambiarlo, se debería intentar mantener su modelo. Aún falta desarrollar el centro de estudios y documentación. El nuevo director tendrá que hacerlo accesible a todo el mundo, estableciendo un sistema de conexiones con otros centros y con su público. También habrá que incrementar los fondos con una buena política de adquisiciones.
Frederic Montornés, comisario de exposiciones Lo más positivo es haber conseguido mantenerse fiel a unos principios y una línea de investigación de gran interés local e internacional. Lo menos ha sido trabajar a espaldas de una ciudad que en materia cultural está muy fragmentada, de modo que el mayor reto es conseguir que el Macba se integre en el tejido de la ciudad.
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