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El CSN detecta fugas en un vertedero radiactivo de Huelva y culpa a la Junta

Los impactos radiológicos sobre la población no se juzgan significativos

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha detectado fugas en el vertedero de Huelva que alberga las cenizas con componentes radiactivos (cesio 137) del incendio de Acerinox, en mayo de 1998. Los residuos se almacenaron junto al río Tinto, a 500 metros de Huelva, y la Junta de Andalucía se encargó de sellar los desechos. Greenpeace ha denunciado las fugas y, pese a los desmentidos de la Junta, el CSN se ha puesto de parte de los ecologistas y en un informe muy duro denuncia que hay fugas y que la Junta le ocultó datos en 2003.

La organización ecologista Greenpeace denunció en octubre del año pasado filtraciones de cesio 137 a las marismas de Huelva desde esta instalación. Greenpeace mantiene que el informe "confirma la negligencia" de la Junta de Andalucía y de Egmasa, empresa pública dependiente de la Consejería de Medio Ambiente de la comunidad, en el aislamiento y vigilancia del cesio 137.

El informe del Consejo de Seguridad Nacional aprobado en el pleno del miércoles aunque no figuraba en el orden del día, confirma que "las acciones de remedio no han sido efectivas para conseguir el confinamiento de los productos inertizados contaminados con cesio".

El CSN afirma que "los impactos radiológicos sobre la población y el medio ambiente no son significativos" pero luego critica el trabajo de Egmasa, que se comprometió en 2000 a sellar los residuos y ahora admite "que no se ha realizado el recubrimiento total" de los desechos, ya que "la capa de arcilla no está anclada" en zanjas alrededor de los materiales perimetrados.

En 2000, el Ministerio de Industria dictó que la Junta sellara el material radiactivo junto a los restos radiactivos que durante décadas la empresa Fertiberia ha vertido allí. Esta opción era más barata que trasladarlos al almacén de residuos de media y baja actividad en El Cabril (Córdoba). Pero la Junta no cumplió y no selló totalmente el vertedero, según el informe del CSN, que pide a Industria que exija a la Junta más inversión para sellar los materiales y ordena a la Junta que ponga vigilancia para que nadie entre en la zona.

El responsable de la campaña nuclear de Greenpeace, Carlos Bravo, afirmó ayer que este informe le da la razón: "Se hizo una chapuza y había fugas como nosotros denunciamos, pero han ocultado esa información. El cesio radiactivo no puede seguir filtrándose al río".

Varios miembros de Greenpeace miden las fugas del isótopo radiactivo, el pasado octubre.
Varios miembros de Greenpeace miden las fugas del isótopo radiactivo, el pasado octubre.EFE

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