Los atentados de Al Qaeda enfrentan a Argel y la ONU
Ban Ki-moon se comporta "como una doncella ofendida", le espetó el ministro de Interior de Argelia, Yazid Zerhouni. Argel "no respondió" a una solicitud de reforzar la seguridad de las dependencias de la ONU en la capital, recordó con acritud Kemel Dervis, el responsable del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).
Argelia y la ONU se han enzarzado en una agria polémica que empezó al cumplirse el mes del atentado del 11 de diciembre en Argel contra la sede local de varias agencias de la ONU. El terrorista suicida de la rama magrebí de Al Qaeda que se inmoló allí mató a 17 empleados de la organización, uno más que en Bagdad en 2003.
Ban Ki-moon reaccionó, primero, mostrando su solidaridad con sus subordinados caídos y con Argelia, a cuya capital hizo en diciembre un viaje relámpago. Pero tras recibir un informe preliminar sobre el ataque terrorista anunció la creación de una comisión de investigación.
"La comisión no puede ser acogida favorablemente, porque Argelia ya ha hecho sus deberes" investigando por su cuenta, declaró escuetamente en Madrid el primer ministro argelino, Abdelaziz Beljadem.