Ciudadano Kane
Cuando se estrenó en 1941, Ciudadano Kane provocó una revolución en el mundo cinematográfico. La película rompía todos los planteamientos narrativos en que el cine se había basado hasta entonces. Una narración en flash backs expresionista y barroca, enfáticos ángulos de cámara, la profundidad de campo lograda por el extraordinario iluminador Gregg Toland, un montaje corto, nervioso, brillante, y la vanguardista utilización de la música como componente dramático, le sirvieron a Welles para componer la biografía de un personaje, a veces abyecto y otras admirable, que dejaba libre al espectador para darle la significación conveniente.
Orson Welles tenía entonces 24 años y una trayectoria prestigiosa por sus montajes teatrales. En Hollywood intentó poner en pie un par de proyectos -El corazón de las tinieblas, de Conrad, entre ellos- pero su alto costo los había hecho inviables. Su tercera y definitiva tentativa, Ciudadano Kane, vio por fin la luz tras un complicado rodaje y nueve meses de montaje, que él mismo realizó. Se dijo que Welles se había inspirado en la vida y obra del magnate William Hearst, dueño de un inmenso imperio -17 grandes diarios, decenas de revistas, y numerosas emisoras de radio, entre otras posesiones-, y ello había desatado las iras no sólo del propio Hearst, que intentó boicotear la película, sino también del mundillo adulador de Hollywood que apoyaba al magnate multimillonario. Pero el estreno cambió la opinión de todos. Las gentes de Hollywood la han valorado desde entonces como la mejor película de todos los tiempos. El Instituto de Cine Americano (American Film Institute) así la seguía considerando en su encuesta de 2007.
Ciudadano Kane sorprendió a la crítica más que al público, aún mediatizado por la campaña en contra de los potentes medios de Hearst. La película recibió el Oscar al mejor guión, siendo éste el único que obtuvo Welles por su inmensa filmografía, a excepción del Oscar que le concedieron en 1971 por el conjunto de su carrera. "Es una película hecha como un periódico y como la vida de un periodista: a trozos, repentizada, veloz, abrumadoramente veloz", escribió el historiador Manuel Villegas López.
De hecho, la vida de Kane-Hearst está contada como en un rompecabezas a través de los testimonios de quienes le conocieron. Ciudadano Kane arranca en el momento de la muerte del magnate (el propio Orson Welles), tras haber pronunciado en soledad una palabra misteriosa, Rosebud. Un periodista, interpretado por Joseph Cotten, intenta recomponer su biografía a través de los testimonios que le van dando distintas personas que le conocieron, con lo que surge un mosaico contradictorio sobre Kane, "personaje tremendo, sobrecogedor, mitológico, rey Midas de nuestra época, es decir, precisamente lo que requiere el estilo que Orson Welles ha dado a su filme. La forma nace del tema", según Villegas López. En Europa la película no se estrenó hasta que hubo finalizado la II Guerra Mundial, y en España no lo hizo hasta 1966, es decir, 26 años después de su realización. Cosas de la censura.
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