Vic y Reus tendrán centros separados para alumnos inmigrantes

Las poblaciones de Vic (Barcelona), que tiene el 17% de alumnos inmigrantes, y de Reus (Tarragona), con el 15% de estudiantes extranjeros, serán las dos ciudades donde la Generalitat de Cataluña creará el curso que viene centros específicos para escolarizar alumnos inmigrantes. Esta medida ya ha provocado críticas tanto de asociaciones de inmigrantes como de algunos sindicatos, que la han calificado de "segregadora". La Generalitat lo niega y dice que evitará "problemas en los centros".

Vic y Reus no son las poblaciones catalanas con más inmigrantes, pero han sido las elegidas porque sus ayuntamientos están de acuerdo con el proyecto. Los centros funcionarán durante todo el año, verano incluido, y se centrarán en enseñar sobre todo castellano y catalán a los alumnos.

Estos centros estarán situados fuera de las escuelas e institutos y se pondrán en marcha con la ayuda de los ayuntamientos. A ellos irán los inmigrantes que lleguen cuando el curso ya ha empezado sin tener el dominio suficiente de castellano y catalán como para entrar en las aulas comunes. La Generalitat afirma que la estancia de los inmigrantes en estos centros será temporal, con un máximo de un curso.

Evitar problemas

El consejero de Educación, Ernest Maragall, defendió ayer el proyecto porque "evitará problemas en los centros y los alumnos podrán aprender en mejores condiciones". "Es una medida integradora y no segregadora", afirmó el consejero, que añadió que se seguirá "garantizando la equidad y que no se perjudique la excelencia". Pese a no ser propiamente escuelas o institutos, en estos centros habrá docentes. La Generalitat no descarta extender este plan piloto a otros municipios.

Un grupo de padres del País Vasco se ha unido contra la reforma del Gobierno que pretende que el euskera sea la lengua principal de la enseñanza en Euskadi para todos los alumnos, informa Eduardo Azumendi. Los padres, reunidos en la Plataforma por la Libertad de Elección Lingüística, aseguran estar dispuestos a llegar a los tribunales para que los alumnos puedan seguir eligiendo, como hasta ahora, entre estudiar con el castellano como lengua principal, con el euskera o con un modelo bilingüe.