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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Una solución ética

Era una noticia esperada el que la Autoridad para la Fecundación y Embriología Humanas (HFEA) del Reino Unido diera licencia a los experimentos de dos equipos científicos del King's College de Londres y la Universidad de Newcastle para la investigación con embriones híbridos. Ya en septiembre pasado el Gobierno británico aprobó la legislación que permitía estas quimeras rectificando una postura inicial.

La técnica básicamente consiste, en los proyectos aprobados, en enuclear un ovocito de conejo o vaca y completarlo con ADN de una célula adulta humana. Los expertos esperan utilizar los embriones híbridos, que deben ser destruidos después de 14 días de vida, para crear células madre pluripotenciales con capacidad para la diferenciación y formar tejidos adultos que ayuden a encontrar nuevos tratamientos médicos para enfermedades degenerativas graves, y en concreto para enfermedades como el párkinson o el alzhéimer o para muchas de las llamadas enfermedades raras de las que incluso no se dispone de ningún tipo de tratamiento.

La posibilidad de investigar con este tipo de embriones solucionaría la cuestión del uso de ovocitos humanos, especialmente por los problemas de disponibilidad y también por los reparos éticos que se han planteado. España fue uno de los primeros países del mundo en aprobar la clonación terapéutica, aunque no la clonación reproductiva, y en 2007 se autorizó en Andalucía la reprogramación celular en células somáticas humanas con finalidad exclusivamente terapéutica, pero la mayoría de los países no han legislado sobre estos experimentos, salvo Australia o Estados Unidos que los han prohibido expresamente.

La Ley de Investigación Biomédica española prohíbe los "verdaderos híbridos", creados por la fusión de un espermatozoide humano y un óvulo animal, y las "quimeras humanas", en las cuales se inyectan células de personas en embriones de animales, aunque no se hace referencia a los embriones híbridos citoplasmáticos.

Las restricciones o prejuicios éticos hacen también que como efecto colateral positivo se busquen otras soluciones como las encontradas en Estados Unidos (Boston MIT) obteniendo células madre clónicas no con embriones sino con células adultas.

Ayer mismo se publicó un estudio en la revista Stem Cells donde informan de que se han obtenido blastocistos humanos clonados por transferencia nuclear de fibroblastos adultos. Aunque tiene que predominar la cautela ante estos anuncios tan espectaculares y ser corroborados por estudios posteriores.

Este desarrollo de alternativas que tengan el mismo potencial científico que las células embrionarias humanas lo aconseja además el Grupo Europeo de Ética de la Ciencia y de las Nuevas Tecnologías.

La controversia está servida entre los grupos, especialmente religiosos que están en contra y parte de la comunidad científica que la considera un hito y un avance del que no se debe prescindir. Por otro lado, la opinión pública, como en el propio Reino Unido, ha demostrado que la mayoría de la población asume estos avances siempre que de ellos se deriven beneficios para la salud, controlando sus posibles riesgos derivados del mal uso al margen de incertidumbres éticas o jurídicas que también deben contemplarse. Pero ese improbable mal uso ¿es motivo suficiente para no seguir investigando con estas técnicas?

Antonio Varo Baena es médico

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