'Feminal' o la visibilidad de la mujer
Cuando a principios del siglo XX el papel reservado a la mujer en la sociedad se centraba en cuidar de la familia y del hogar, el periodismo feminista intentó romper con ese papel a priori incontestable. Entre 1845 y 1936, circulaban en España más de un centenar de revistas sobre mujeres. Sin embargo, no todas tuvieron la misma incidencia. La revista Feminal fue una de las más importantes y acabó convirtiéndose en un símbolo en la defensa de los derechos de la mujer.
Apareció en 1907 como suplemento de la publicación barcelonesa Il·lustració Catalana y tuvo continuidad mensual hasta 1917, año en que dejó de publicarse por motivos económicos. Su larga trayectoria, en comparación con otras publicaciones de la época, no terminó aquí sino que se retomó en 1925, esta vez como portavoz de la entidad Acción Femenina. Con motivo de su centenario, el Instituto Catalán de la Mujer (ICM) ha organizado una exposición que itinera por Cataluña.
La revista, dirigida por la escritora Carme Karr, se concentró durante sus primeros años de vida en dos objetivos: reivindicar la formación de las mujeres y defender su profesionalización en ámbitos propiamente masculinos. Así, no extrañó ver entre sus páginas imágenes de una estudiante de medicina haciendo una autopsia o un reportaje sobre la primera delineante catalana. La historiadora Isabel Segura asegura que la publicación buscó, sobre todo, influir. "Feminal hizo lo posible para que las mujeres no quedaran al margen de la sociedad que la modernidad quería construir".
El éxito de Feminal no se basó en sus contenidos sino en el aprovechamiento de las nuevas tecnologías y su poder de influencia, lo que contribuyó a aumentar su prestigio. Estéticamente, la publicación innovó. La inserción de fotografías configuró la aparición de nuevos lenguajes no vistos hasta el momento.
Babelia
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