Antes de
Charli-ín (insiste en separar su nombre cuando se presenta a un nuevo cliente) adivina el porvenir en un cafetín cercano a un viejo puerto del Mediterráneo. Ahora que llegan las doce campanadas, es el momento de homenajear a quien se dedica modestamente a la amable profesión de calmar las angustias urgentes proporcionando un poco de esperanzado mañana.
El mérito de Charli-ín, sobre todo el mérito de sus clientes, radica en que la mujer siempre predice lo mismo. Tal vez en ello consista el secreto de su modesto éxito (quince dólares por sesión, en ocasiones redondeados por un zumo de naranja): en la rotundidad con que siempre nos cuenta lo mismo, hasta el punto de que los habituales podríamos reproducir su discurso cantarín, palabra por palabra.
Para ti, Charli-ín, ahora que acaba el año, tu prédica de todos los días. Y va también para ustedes.
"Corta, sí, ¡ah!, qué bien sabes cortar el mazo. Vamos, vamos, ¡diamantes negros! ¡Cuántos! ¿Tienes una oferta de trabajo a medio cumplir? Puedes estar segura de que saldrá, hay una persona a tu lado que vigila por tu bien, tómatelo con tranquilidad. ¿Es alguien cuyas iniciales son M. y T.? ¿No? ¿Estás segura? Lo más probable es que le conozcas pero que use un nombre supuesto. La gente, ¿sabes?, se esconde mucho. ¿Has tenido dificultades profesionales últimamente? Pues olvídalas, porque en adelante todo te saldrá bien. Ha habido bueno, personas insidiosas, que no querían tu bien, que han trabajado para Eso se acabó, hay quien te mira bien, no te preocupes. Tendrás una agradable sorpresa por ese lado, antes de que termine el año.
"¡Pero mira lo que sale aquí! Todos estos cincos, ¿es que no te das cuenta? ¡Hay una persona! No, no la de antes. Otra, muy importante. Esto se refiere al corazón, ¿comprendes? Esa persona te ha estado amando en silencio durante años. Sí, sí, mucho tiempo. Aquí está la prueba, el rey y la reina salen emparejados. Es como si os conocierais desde hace mucho tiempo y sin embargo os vais a descubrir dentro de poco. Te va a ocurrir antes de que termine el año. A ver, voy a barajar de nuevo y tú tienes derecho a hacerme tres preguntas. Extiendo así, saco carta y, ya lo ves, otra vez los diamantes. Si no es un empleo, puede ser un negocio o ¿Juegas a la lotería? ¿Haces apuestas? Hay una importante entrada de dinero, y eso lo vas a notar enseguida, antes de que termine el año.
"¿Qué más quieres saber? Ah, sí, el amor. Esa persona que ha permanecido cercana a ti, vigilándote y queriéndote sin que tú lo supieras, alguien de tu edad, con una situación social importante al¬¬guien que apoyará tus pro¬¬yectos. Se ve claramente que estáis predestinados porque aquí también se juntan el rey y la reina, ¿te das cuenta? ¿Qué más quieres saber? La salud, claro. Has pasado una temporada bastante mala, ¿me equivoco? ¿El estómago? ¡Ah, no te refieres a tu salud, sino a la de al¬¬guien de tu familia! Tranquila, va a mejorar, va a vivir, por eso no te apures. En cuanto a ti, bastará con que cuides de tu tensión, ¿la tienes alta? ¿Baja? Eso quería decir, precisamen¬¬te, mi francés no se entiende muy bien".
"Se está bien aquí, tienes razón, a esta hora de la tarde la luz atraviesa los cristales y multiplica el efecto de los adornos navideños. Gracias por la naranjada. En realidad no me he acercado a tu mesa para obligarte a escucharme, yo a los clientes los trato así, con amabilidad, me intereso por ellos, y si son tan gentiles como para requerir mis servicios, les leo el porvenir. Creo recordar que a ti te lo leí la semana anterior. ¿O fue la otra? Con tantas caras me despisto, me pierdo. Pero lo que nunca olvido es lo que me cuentan las cartas. Las cartas nunca mienten. Y ahora perdona si te dejo, pero voy a saludar a otro cliente. No olvides lo que te he dicho. No ha de pasar más tiempo que de aquí a fin de año sin que consigas un buen empleo, te toque la lotería, alguien aparezca en tu vida con intenciones serias y la salud de todos los tuyos, incluida la tuya, mejore por completo. Antes de fin de año, estáte segura".
Ya es fin de año, Charli-ín.
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