Día 10 de huelga: el metro apesta
Más basura y lluvia de reclamaciones durante la huelga de limpieza
Se sienta y se saca un pecho. Bajo el banco hay una montaña de periódicos. A menos de tres metros a su derecha, una papelera reventada con todos los restos por el suelo. Y en medio, la mujer del pelo rojo, con el carrito, con el niño hambriento envuelto en una mantita, ajena al pestazo. En el andén de la línea 6 (circular, la gris) de Diego de León huele a fruta podrida y corre el aire. Es el décimo día de la huelga de limpieza de Metro. Y apenas quedan rincones que se salven de la basura.
"Está todo asqueroso, no hay derecho", dice Paula, de 17 años. Espera un tren con sus amigos en el andén situado frente a la mujer que ya ha empezado a dar de mamar a su hijo. Paula sospecha que los huelguistas están detrás de la acumulación de desperdicios. Se basa en lo que ha visto, "paredes restregadas con ketchup" y basura "que parecía tirada a propósito". Otras estaciones, como La Latina (línea 5, la verde), amanecieron ayer con una vomitona "repugnante", según Sara, convencida de que los restos llevan allí "varios días". "El metro apesta", protesta Fernando Ruiz, que acaba de pasar por la estación de Príncipe de Vergara (líneas 2 y 9).
Los viajeros del metro han presentado ya 180 reclamaciones por escrito -en los primeros cinco días apenas hubo una veintena- por las condiciones higiénicas en las que se encuentran las estaciones, los andenes y los pasillos, con montañas de papeles de periódicos, cáscaras de plátano y mandarinas secas, botellas, latas, grasa restregada por el suelo... Un portavoz de Metro aseguró ayer que "no existen riesgos" para la salud. No todos se lo creen.
"Nos vamos a intoxicar". La vigilante de la estación de Pacífico (líneas 1 y 6) se lleva la mano al pecho. "No te preocupes mujer, que hoy [por ayer] lo arreglan", le contesta un compañero. Está equivocado. La reunión prevista ayer entre los trabajadores y las cuatro concesionarias -Valoriza (Sacyr Vallehermoso), Clece (Dragados), Eurolimp y Ferroser (Ferrovial)- acabó sin acuerdo.
Tras el encuentro de apenas una hora, el tercero en 10 días, los huelguistas acusaron a las empresas de "inmovilistas y desafiantes". Entre otras medidas, piden que se equiparen los salarios de todos los trabajadores -con diferencias de hasta 300 euros-, un plus de toxicidad del 20% del sueldo y 35 horas semanales. Las empresas acusan en un comunicado a los huelguistas de "inflexibilidad" con peticiones que incrementarían los salarios una media "del 85%" y rechazan el plus de toxicidad. Las concesionarias han impugnado la huelga en los tribunales "solicitando su declaración de ilegalidad". Los sindicatos denunciaron también en el juzgado "los excesos" de los servicios mínimos.
Mientras, las relaciones se tensan. Metro ha reforzado la vigilancia para evitar "incidentes" con los piquetes tras denunciar más de 300 actos vandálicos. Hay 17 efectivos más de noche y un número variable de día. Los trabajadores lo consideran un acoso. "No nos podemos acercar a los compañeros porque están custodiados", protestó anoche uno de los huelguistas. Los nuevos vigilantes trabajan con mascarilla "para aguantar 10 horas los malos olores", señaló ayer a Efe una de ellos que paseaba por Tribunal con un pastor alemán.
Ajenos a protestas, a negociaciones y a otros asuntos de actualidad, los extremeños José María y Marcelino cogieron ayer el metro para llegar hasta Coslada. Están de visita en la ciudad y se enteraron de rebote de la huelga tras recorrer varios andenes. "Menos mal que es eso, yo ya pensaba que los madrileños son unos guarros", comenta con sorna José María.
¿Dónde se notan los servicios mínimos?
"Es una vergüenza". A Paula Caro, usuaria de la línea 4, le sale del alma. "En mi estación se rompió una botella de vino y los cristales han estado allí varios días, es indignante", añade la mujer. "No entiendo por qué no ponen servicios mínimos". Su queja se repitió varias veces ayer en un recorrido por el metro. "¿Por qué no limpian?", se preguntaban algunos usuarios. Lo cierto es que sí que lo hacen. O al menos, es el único punto en el que han estado de acuerdo Metro, las concesionarias y los huelguistas durante todos estos días: los servicios mínimos -el 60% en estaciones y el 50% en trenes- se cumplen escrupulosamente.
Desde Metro aclaran que esos servicios sirven principalmente para eliminar restos peligrosos o insalubres -vómitos o cristales como los que preocupaban a Paula-. Un portavoz del comité de huelga añade que los limpiadores inician su trabajo por los cuartos destinados a conductores y personal de Metro que "no se negarían a trabajar si no hay higiene": cabinas, servicios, cuartos para las herramientas y otros utensilios... En una estación grande, como Moncloa, puede haber hasta siete instalaciones distintas de ese tipo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Metro Madrid
- Recogida basuras
- Metro
- Limpieza viaria
- Madrid
- Transporte urbano
- Limpieza urbana
- Comunidad de Madrid
- Conflictos laborales
- Transporte ferroviario
- España
- Equipamiento urbano
- Relaciones laborales
- Trabajo
- Urbanismo
- CTM
- Empresas públicas
- Transporte público
- Sector público
- Empresas
- Transporte
- Economía
- Administración pública