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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Bolivia, el caos a golpe de referéndum

Fernando Gualdoni

El sábado salieron a la calle las dos Bolivias. La pobre, la indígena, la campesina, la que respalda al presidente Evo Morales, acudió a La Paz para auparlo el día en que la Asamblea Constituyente entregó al Parlamento -con la oposición ausente- el texto de la nueva Carta Magna. La rica, la criolla, la blanca y terrateniente, abarrotó el centro de Santa Cruz de la Sierra para celebrar la presentación de los estatutos de autonomía de ésta y de otras tres regiones (Tarija, Beni y Pando).

Se esperaba un estallido de violencia tras el desafío secesionista del Oriente boliviano, pero de momento no lo ha habido. El presidente Morales ha insistido en que no va a permitir que el país se divida y ha puesto al Ejército y a la policía en alerta máxima para evitar que posibles algaradas acaben desatando un enfrentamiento civil a gran escala. Lejos está de tener la situación bajo control. Probablemente, lo más preocupante, a la par de la violencia latente, es la sensación de ingobernabilidad que impera en Bolivia.

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Las tensiones en el país sólo han ido en aumento desde que hace más de un año los representantes de las provincias con aspiraciones autonómicas comenzaron a advertir de que la presión de Morales por imponer un nuevo texto constitucional podría dividir el país y los movimientos indígenas y sociales empezaron a denunciar una conspiración para boicotear la Constituyente.

Los procesos de autonomía que se han puesto en marcha son sólo uno de los tres puntos de fricción que han acabado con todo tipo de diálogo en Bolivia. Los otros dos han sido la reforma agraria y los procedimientos de la Constituyente. La aprobación de la Carta Magna por los partidarios de Morales -sin siquiera leerla y en ausencia de la oposición en un recinto militar el pasado 24 de noviembre- reforzó las creencias de los comités cívicos del Oriente de que son los únicos defensores de la democracia frente a una visión de Estado y sociedad autoritaria y étnica radical.

La nueva Constitución, al incluir la tradición indígena, choca con los derechos de corte occidental que predominan en el Oriente. Para más inri, la forma de actuar de la Asamblea también ha dado más argumentos a aquellos que ven la mano del presidente venezolano Hugo Chávez en el proceso político boliviano.

La crispación y la intransigencia imperantes en el país andino han puesto de moda los referendos como la solución a casi todo. Como decía recientemente un editorialista boliviano: "Ya que no nos podemos poner de acuerdo algunos, pongámonos de acuerdo todos". A la vista hay varias consultas en 2008: la que define el latifundio, la de la aprobación de la Constitución, la que examina la gestión de Morales, y las que las regiones pretendan celebrar para legitimar sus aspiraciones autonómicas.

Mientras Santa Cruz y Tarija ya han empezado a juntar firmas para impulsar sus consultas populares y Beni ha declarado que celebrará su referéndum en tres meses, en Chuquisaca y Cochabamba los deseos autonomistas han ganado algo de terreno. Si estas dos últimas regiones secundan a las otras cuatro, la Bolivia de Morales quedará postergada a tres provincias: La Paz, Oruro y Potosí, las zonas andinas pobres.

Varios ministros del Gobierno han dicho durante el fin de semana que las autonomías regionales están previstas en la nueva Constitución y, básicamente, que son los intereses de unos pocos ricos los que atizan el enfrentamiento. El Ejecutivo sostiene que las autonomías del Oriente están diseñadas sólo para eludir la reforma agraria que impulsa la nueva Constitución y ejercer un mayor control sobre los recursos naturales. Las cuatro regiones que el sábado dieron el primer paso hacia la autonomía concentran más del 80% de las reservas de hidrocarburos.

El referéndum sobre el latifundio, el primero de todos, debe dirimir a partir de cuántas hectáreas un terreno es expropiable dentro de los planes de reforma agraria. ¿Serán 5.000 hectáreas o 10.000? ¿Cuál será el límite de la propiedad? Una vez contestada esta pregunta se supone que la nueva Constitución quedará lista para ser sometida a consulta popular.

El presidente Morales aún confía en el apoyo de la inmensa mayoría del 60% de la población indígena para sacar adelante su Carta Magna y reconducir después el tema de las autonomías. Hará trabajar a los legisladores de su partido (Movimiento al Socialismo) en Navidad y Año Nuevo si es preciso para acelerar un proceso de "refundación" de Bolivia en el que lleva abocada media legislatura.

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Sobre la firma

Fernando Gualdoni
Redactor jefe de Suplementos Especiales, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS como redactor de Economía, jefe de sección de Internacional y redactor jefe de Negocios. Es abogado por la Universidad de Buenos Aires, analista de Inteligencia por la UC3M/URJ y cursó el Máster de EL PAÍS y el programa de desarrollo directivo de IESE.

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