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La inquietud vuelve a las Bolsas pese al plan de choque de los bancos centrales

Los mercados europeos caen más del 2% y castigan a bancos y constructoras

Claudi Pérez

Confianza y expectativas son las dos palabras clave de la economía globalizada. Y ambas están en horas bajas. Ni la rebaja de tipos en EE UU ni la fanfarria del plan de emergencia de los grandes bancos centrales para hacer frente a la crisis de liquidez sirvieron ayer para calmar la incertidumbre en los mercados. Nadie habla aún de recesión más que como una posibilidad remota. Pero el nerviosismo se ha instalado en el sector financiero. Las Bolsas, que apenas se habían visto afectadas hasta ahora por una crisis que dura ya más de cuatro meses, sufrieron ayer un duro revés. Cayeron en torno al 2% en toda Europa y en Japón. Wall Street cerró con una subida del 0,33%.

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La razón: a pesar de los esfuerzos de los banqueros centrales, los bancos siguen sin fiarse de sí mismos. No se prestan dinero entre sí porque recelan de las pérdidas potenciales derivadas de las hipotecas basura, que aún no han salido del todo a la luz. No lo harán hasta dentro de unos meses, cuando la banca cierre sus resultados de 2007 con el visto bueno de los auditores.

Si la situación se prolonga aumentarán los riesgos: "La falta de liquidez provoca que los bancos tengan menos dinero para conceder préstamos. A la larga, eso podría suponer una contracción de la demanda y, con ella, la tan temida recesión. Pero las probabilidades de que eso suceda son bajas. Y la acción concertada de los bancos centrales persigue justamente evitar esos problemas", sostiene José Manuel Amor, socio de AFI.

No hay liquidez en el interbancario: lo que sucedió en agosto -el mercado se secó y obligó a los banqueros centrales a inyectar fuertes cantidades de dinero para rescatar a los bancos- se mantuvo latente en los meses siguientes y vuelve a repetirse ahora. Eso obligó el miércoles a una intervención conjunta sin precedentes de la Reserva Federal y del Banco Central Europeo (BCE), entre otros bancos centrales. Las líneas maestras de ese plan se resumen en un incremento del volumen de liquidez a inyectar y de los plazos a los que se ofrece, y permiten el acceso a ese dinero -a tipos de interés bajos- a un mayor número de entidades. Con la ventaja de que los bancos pueden presentar un mayor número de garantías que hasta ahora y no quedan señalados por el mercado, como sucedió con el Northern Rock inglés.

Pero el éxito de este anuncio está por ver, a pesar del apoyo de los expertos y del FMI. "Las medidas de urgencia son positivas, especialmente ante las tradicionales tensiones de liquidez de finales de año, pero generan más preocupación que calma a los inversores porque ven que pasan los meses y la crisis sigue ahí", afirma desde Londres José Luis Alzola, de Citigroup. "La puesta en escena no ha sido la mejor: ha llegado tarde y ha causado recelo en los mercados".

Las Bolsas certifican esa opinión. El Ibex cerró con un retroceso del 2,3%, el mayor en tres meses. París cedió el 2,7% y Londres el 3%. La banca fue uno de los sectores más perjudicados en Europa, y en España el día fue aciago para las constructoras. "Hay cierto pánico e irracionalidad en el mercado, que esperaba mayores bajadas de tipos. Pero el plan del BCE es el más lógico", reflexiona Guillermo De la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research. "El mensaje irá calando poco a poco; el mercado necesita purgarse y eso lleva su tiempo", indicó Alfredo Jiménez, de la Fundación de Estudios Financieros.

Tras la enorme sorpresa del miércoles, el BCE volvió ayer a su línea habitual y anunció "firmeza" contra la inflación. En otras palabras, nada de bajar tipos. Advirtió de que la incertidumbre continúa por "la revaluación actual de riesgos en el mercado". Y dejó un serio aviso: van a seguir encareciéndose los alimentos, entre ellos la carne, por la subida de los piensos.

Un grupo de directivos de una compañía inmobiliaria china sigue la sesión en Wall Street.
Un grupo de directivos de una compañía inmobiliaria china sigue la sesión en Wall Street.REUTERS

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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