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Universidad

La UPV constata desequilibrios en la presencia femenina

La directora de Igualdad hace su primer balance tras un año en el cargo

Convertirse en una institución de referencia en materia de igualdad es uno de los principales objetivos que destaca el rector de la Universidad del País Vasco (UPV), Juan Ignacio Pérez, en sus discursos y que desarrolla incluso en su Plan Estratégico 2007-2011. Una de sus apuestas para ello fue nombrar una directora de Igualdad, un órgano hasta entonces inédito en las universidades de la comunidad autónoma. En el año que lleva en el cargo, Mertxe Larrañaga ha realizado un diagnóstico que muestra grandes desequilibrios: las mujeres suponen sólo el 20% de catedráticos, el 31% de estudiantes de carreras técnicas (frente al 82% en ciencias de la salud), el 27% de miembros del Consejo de Gobierno y el 35% de decanos.

Las mujeres ocupan sólo el 20% de cátedras en la universidad pública
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Incluso en los reconocimientos institucionales permanecen invisibles: apenas dos de los 55 doctorados honoris causa que ha concedido la universidad pública desde 1970 han recaído en personalidades femeninas.

Larrañaga subraya que la UPV "no está mal" si se compara con la situación de otras universidades españolas: "Por ejemplo, supera la media en porcentaje de catedráticas". Sin embargo, el informe Indicadores de igualdad de género en las universidades españolas, que recoge datos del curso 2004-2005 y en cuya elaboración participan miembros del Master de Igualdad de la universidad vasca, sitúa a la UPV lejos de la vanguardia: figura en mitad de la tabla -en el puesto 35º de los 70 centros analizados, con un 36,6% de profesoras- en presencia de mujeres en el profesorado.

Larrañaga recuerda que las investigadoras acceden menos a los sexenios y que, al poder acreditar una antigüedad inferior, pues son más jóvenes, cobran menos complementos.

Ante esa situación, el plan estratégico de la UPV incluye medidas como diseñar un programa de conciliación de la vida familiar y laboral e introducir la perspectiva de género para evaluar la calidad de la docencia y la investigación. Aspira también a elevar el porcentaje de catedráticas y la cualificación del personal administrativo y de servicios (PAS), estamento en el que el 63% son mujeres, pero se concentran en las categorías inferiores. Cuando presentó el plan el pasado octubre, el rector no precisó si será la directora de Igualdad la que dirija esas medidas.

Larrañaga confía en poder presentar sus primeras propuestas en torno al próximo verano. "Serán medidas concretas, centradas en el profesorado, porque abordar todo de golpe es imposible", adelanta. Uno de sus objetivos pasa por introducir la visión de género en los planes de estudio. "La mayoría de asignaturas que lo abordan no lo hacen como algo transversal sino porque sus contenidos están centrados en ello", apunta. También editará una guía que facilite el uso del lenguaje no sexista.

Los desequilibrios del alumnado por áreas de conocimiento suponen otro punto a mejorar, ya que se traducen en desigualdad laboral. "Las mujeres se refugian en el sector público: sanidad y educación". La directora apunta que para remediarlo "hay que trabajar en los colegios, pues los jóvenes llegan a la UPV con la decisión ya tomada".

Aunque valora los horarios docentes y la guardería con la que cuenta el campus de Leioa, diseñará medidas de conciliación, como liberar de carga de trabajo al personal con hijos. Respecto al establecimiento de cuotas para lograr la paridad, Larrañaga no se opone a fijarlas: "Son soluciones temporales para compensar una discriminación histórica a favor de los hombres". Sin embargo, le parece difícil trasladarlas al contexto universitario. Sí que prevé medidas para "animarlas a presentarse a sexenios" o premiar el equilibrio de sexos en los grupos de investigación. "Se defiende la meritocracia como si fuera el sistema más justo y objetivo, y no creo que lo sea", concluye.

Las desigualdades persisten también en las universidades privadas. Deusto sólo cuenta con dos vicerrectoras, sobre un total de ocho y dos decanas, sobre nueve. Supera a la UPV en porcentaje de profesoras -el 43% de su plantilla docente son mujeres-, pero también se queda en el 20% en catedráticas.

En Mondragon Unibertsitatea, donde predominan los estudios técnicos, la cifra de profesoras desciende al 33%. El curso pasado, un tercio de sus cargos de responsabilidad estaban ocupados por mujeres.

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