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Reportaje:

Chino fácil para todos

Un diccionario etimológico que usa el método de María Moliner facilita el aprendizaje de los caracteres

Isabel Ferrer

La fascinación que produce el chino, con miles de caracteres que se remontan a la antigüedad, corre pareja a la dificultad para dominar su escritura. Los niños dedican en China largas horas a copiar unos signos de los que suelen desconocer el origen. Tampoco los diccionarios al uso están pensados para el gran público. Un hueco que espera llenar el sinólogo holandés Hans Kisling, que ha concebido y editado su obra Caracteres chinos para todos como el primero etimológico popular de la lengua china, con traducción al inglés. Utiliza los métodos de la lexicógrafa española María Moliner y la labor de los misioneros jesuitas sobre el significado esencial de cada símbolo. La versión inglesa, que aparecerá en enero, será la primera. Luego llegarán las traducciones a otros idiomas, como el español.

Tres momentos

El libro supone tres décadas de trabajo del autor, de 63 años, que se ha provisto de diccionarios y textos de consulta para presentar la "construcción de los caracteres chinos desde el primitivo hasta el moderno de forma accesible y capaz de tentar al lector occidental y ayudar al oriental", según afirma. Después de estudiar 7.000 signos (de los que espera publicar 4.000 en varias entregas) traza en este primer volumen la trayectoria de 675 en tres momentos: unos 2.000 años antes de Cristo, 100 años después de Cristo y la era actual.

El primero lo establece el propio sinólogo y es un signo artificial que corresponde a las distintas formas de representar, por ejemplo, a la mujer, en los múltiples valles chinos: "Podía estar sentada, con o sin niño en el regazo. Así que he construido uno que enlaza con los dibujos primitivos y con el diccionario de un siglo después de Cristo". El segundo símbolo se remonta a dicho periodo, y para obtenerlo ha consultado el Diccionario español de la lengua china, un clásico firmado, entre otros, por el jesuita español Fernando Mateos (publicado por Espasa Calpe), que brinda el significado esencial de cada palabra. El tercero, es el de uso actual. "En China hay al menos 400 idiomas o dialectos. A Mao, que hablaba mandarín dialectal, debían entenderle pocos", dice Kisling. La representación valla, por ejemplo, ha variado poco y muestra dos árboles con dos cruces en medio.

Al tratarse de una obra de divulgación, a los tres caracteres explicados, su pronunciación china y la traducción al inglés, se añade una obra de arte y un poema creados para la ocasión. Con los ingresos de la venta del diccionario, que ya se puede encargar en Internet (www.china-y.com), Kisling ayudará a los niños de la guerra de Ruanda.

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