40 personas 'cazadas' en un día por triplicar la tasa de alcohol

Las cifras de conductores detenidos desde el pasado día 2, cuando entró en vigor la reforma del Código Penal, marean. Casi tanto como las copas que se tomaron los 267 conductores arrestados y puestos a disposición judicial en sólo cinco días por ingerir demasiado alcohol al volante. Ocho más fueron detenidos por saltarse abusivamente las señales de limitación de velocidad en la carretera.

En el caso de la conducción en estado de embriaguez, es significativo que más de la mitad de los 71 conductores cazados el pasado día 6 triplicaban el límite permitido, 0,25 miligramos por litro de aire espirado. Nueve de ellos habrían ingerido el equivalente a más de siete cervezas o más de cinco güisquis con cola. Un conductor bebido que circula a 130 por hora necesita 20 metros más para detener el vehículo y su tiempo de reacción disminuye considerablemente.

A 202 por la autopista

De los ocho arrestados por rebasar en más de 60 kilómetros por hora la velocidad permitida en vía urbana o en más de 80 en carretera o autovía, cuatro cayeron el día 6. Los radares de tráfico sorprendieron ese día a un automovilista en la SA-215 (Salamanca) circulando a 140 en un tramo limitado a 50. En Zamora, otra persona fue puesta ante el juez tras alcanzar los 201 kilómetros por hora en un tramo limitado a 120 en la A-66.

En la N-120 de Burgos, un conductor fue sorprendido por los agentes cuando circulaba a 115 en una zona en la que no podía superar los 50 por hora. Y por último, en Teruel quedó rubricado un peligroso récord, cuando un vehículo fue detenido en la A-23. El conductor posiblemente no llegó a ver las señales de limitación porque circulaba nada menos que a 202 kilómetros por hora.

Un choque a 150 kilómetros por hora equivale al impacto que se produce si el vehículo se precipitara de lo más alto de la Giralda de Sevilla (93,8 metros).

Desde que entró en vigor la reforma penal, los días con más arrestados por delitos de tráfico fueron el 2 de diciembre (primer día de aplicación y fin de semana), con 132 arrestados, y el día 6, con 75. Según fuentes de la Fiscalía Especial de Seguridad Vial, la detención de un conductor es decidida por los agentes de la autoridad atendiendo a la gravedad del hecho delictivo y de si existe riesgo de fuga. En cualquier caso, indican las mismas fuentes, haya detención o no, "el denunciado comparece ante el juez al día siguiente y si está conforme con la pena que pide el fiscal, se dicta sentencia de conformidad en el mismo instante". Si no está de acuerdo con la condena, será citado para un juicio en el plazo medio de una semana; y siete días después se dicta sentencia.

Muchos de los conductores condenados desde la entrada en vigor de la reforma penal han aceptado las penas y no ha llegado a celebrarse juicio. Al final, el juez les ha impuesto multas que no han superado los 3.000 euros más trabajos sociales y suspensión del permiso durante al menos seis meses. Al no contar con antecedentes penales, no se dicta pena de prisión si la condena está por debajo de los dos años.

El vicepresidente segundo de la Comunidad de Madrid, Alfredo Prada, auguró ayer "un colapso de la justicia penal madrileña" debido a la reforma penal y calculó que habrá 6.000 procedimientos judiciales más al año por estos delitos.

Las infracciones que no se consideren delito siguen estando castigadas con multas, suspensiones del carné y retirada de puntos del permiso. Precisamente, la Dirección General de Tráfico pondrá en marcha el lunes una campaña de control de alcoholemia con miles de test preventivos, en un mes en el que tradicionalmente se bebe más.

La Dirección General de Tráfico (DGT) estrenará en breve seis helicópteros de vigilancia. El Consejo de Ministros aprobó ayer una inversión de 20.650.000 euros para reforzar la actual flota de 18 aeronaves.