La ocupación hotelera en Cataluña bajó casi 10 puntos en el tercer trimestre
Barcelona gana atractivo y el sector confía en el tirón de la recta final del año
Cataluña aguanta como primer destino turístico de España, pero la novedad es que el atractivo de sus playas está siendo menor al tirón de Barcelona.
Así se desprende de la encuesta de coyuntura del sector hotelero de la Cámara Comercio difundida ayer y que concluye que el grado de ocupación hotelera cayó casi 10 puntos porcentuales en el tercer trimestre de este año, con relación al mismo periodo del año anterior. Pasó de 81,8% a 72,2%. Bajó en el Pirineo, en la costa Brava, en la costa del Maresme, en el Garraf, en costa Daurada y en el interior. Sólo subió en la capital catalana.
El pasado verano ya corrieron ríos de tinta sobre los efectos esporádicos del mal tiempo. "De pronto, los niveles de ocupación subían tres o cuatro puntos diariamente, porque muchos de los visitantes que esperaban vivir unas vacaciones de playa optaron en el último momento por ir a o quedarse en Barcelona", recuerda Jordi Clos, presidente del gremio de hoteleros de la ciudad. Pero a la circunstancia coyuntural de la climatología, añade Clos, se le suma "la pujanza del atractivo de los museos y la arquitectura de Barcelona, que está logrando absorber la multiplicación de las plazas hoteleras y, encima, ve crecer el precio medio por pernoctación hasta 10 euros".
Este año, la capital catalana ha ganado 1.800 habitaciones. Pese a ello, la ocupación en el tercer trimestre aumentó del 80,8% al 83,9%, según los datos de la Cámara. Joan Ramon Rovira, responsable de su Departamento de Estudios, advierte de que los datos de un único trimestre no permiten tener una foto global de las tendencias, y la encuesta al sector arroja que "las empresas prevén un aumento de la cifra de negocios de cara al cuarto trimestre, aunque más moderado que hace un año".
Joan Molas, presidente de la Confederación Española de Hoteles y de la Confederación Empresarial de Hostelería de Cataluña, corrobora: "en general, los hoteleros están satisfechos", y "bajadas de dos o tres puntos porcentuales sobre volúmenes importantes no son de gran impacto", aunque alerta de que el gasto hotelero por cliente en Cataluña está bajando el 3%.
Molas corrobora el "buen comportamiento" de Barcelona, más allá de la coyuntura climatológica de la temporada, y plantea algunos interrogantes derivados de la pérdida de gas de mercados importantes para Cataluña como el británico, que se han sumado al hecho de que el turismo español no acabara de arrancar hasta finales de julio.
El auténtico pinchazo se está produciendo en el interior. En el Pirineo, bajó del 62,6% al 51,7% en el tercer trimestre. "No podemos estar dependiendo del tiempo. Lleida es la reserva natural de Cataluña y necesitamos aplicar medidas para poder ofrecer productos menos ligados al buen o mal tiempo como alternativa", señala a este respecto Ramon Solsona, secretario general de la Federación de Hostelería de Lleida, algo alarmado porque las cifras de ocupación no habían estado por debajo del año anterior desde 1992. Los dos Pallars, Cerdanya, Ripollès y Vall d'Aran han pasado un mal trago en los últimos meses, con caídas de casi el 13% en la ocupación.
"Aparte del mal tiempo y la cancelación de reservas que hemos vivido, vemos otros factores. Las familias van más apuradas. Pero, además, hay destinos que cada vez se publicitan más y nos hacen fuerte competencia, como Canarias", explica Joaquín Buzón desde la Asociación de Hostelería Costa Brava Centro. Los vuelos baratos ofrecen alternativas de viajes cortos a capitales europeas que aprovechan turistas que en el pasado se habrían quedado en la costa. Buzón es optimista sobre la recta final del año: "La desestacionalización de las ventas se empieza a notar".
Jordi Clos
- "Barcelona está logrando absorber la multiplicación de sus plazas hoteleras y, encima, ve crecer el precio medio por pernoctación hasta 10 euros"
Joan Molas
- "En general, los hoteleros están satisfechos. Bajadas de dos o tres puntos porcentuales sobre volúmenes importantes no son de gran impacto"
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.