El empresario argentino Eskenazi perfila en Madrid su entrada en YPF
Brufau se reunió con los Kirchner y Zapatero el 10 de noviembre
El empresario argentino Enrique Eskenazi ha perfilado en Madrid, en reuniones mantenidas el pasado martes y miércoles, la compra de una participación del 25% de YPF, la filial argentina de Repsol. Aunque el viaje y las negociaciones del empresario en Madrid se han mantenido en reserva, el presidente de la compañía, Antoni Brufau, reafirmó el pasado martes su intención de incorporar un nuevo socio para la filial argentina, así como la de sacar parte del capital de la misma a Bolsa. Las fuentes aseguraron que la financiación bancaria de la operación está a punto de cerrarse. Fuentes financieras de Buenos Aires informaron a EL PAÍS de que el viaje de Eskenazi a Madrid se enmarca en un deseo de cerrar la operación en coincidencia con la asunción de la presidencia argentina, el próximo 10 de diciembre, por Cristina Fernández de Kirchner.
Cristina Kirchner contará con Repsol para sus planes energéticos
Eskenazi ha mantenido contactos con bancos españoles e instituciones de inversión. "Todo parece ir viento en popa. La idea de que la entrada del grupo argentino se concretaría a principios de 2008 podría sufrir un acelerón", dijo ayer una fuente financiera en Madrid.
La recta final de estas negociaciones, que ya duran meses, comenzó, según fuentes informadas de Buenos Aires, el pasado sábado 10 de noviembre. Ese día, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, regresó de la Cumbre Iberoamericana de Santiago de Chile a España haciendo escala antes, en visita oficial, en Argentina.
La tarde del sábado 10, Zapatero se trasladó a la residencia presidencial de Olivos. Le acompañaban, entre otros, el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y la secretaria de Estado para Iberoamérica, Trinidad Jiménez. Pero, además, se acordó con el jefe del Gabinete del presidente Kirchner, Alberto Fernández, confirmado también en el nuevo Gabinete de la presidente electa, que de manera muy discreta, secreta, acudiría a Olivos otra personalidad: el presidente de Repsol YPF, Antonio Brufau.
La reunión "presidencial" congregó al presidente saliente, Néstor Kirchner, a la presidenta electa, Cristina Kirchner, a Alberto Fernández y a Rodríguez Zapatero. Tanto el presidente argentino como Zapatero acordaron que estuvieran presentes el embajador español en Buenos Aires, Rafael Estrella, y el embajador argentino en Madrid, Carlos Bettini. Moratinos y Jiménez mantuvieron reuniones aparte.
En el repaso de la relación bilateral, dijeron las fuentes consultadas, no faltó un análisis de urgencia de la Conferencia Iberoamericana y del incidente entre Rodríguez Zapatero, el rey Juan Carlos y el presidente venezolano, Hugo Chávez. Kirchner se ofreció para pacificar las aguas, desde una posición divergente con Chávez. Una vez terminada la reunión, los dos embajadores abandonaron el cónclave, y Alberto Fernández hizo pasar al presidente de Repsol YPF.
Fuentes de Buenos Aires señalan que el presidente de Argentina y la presidenta electa manifestaron su deseo de contar con Repsol YPF en la nueva estrategia energética argentina. Tanto uno como otro agradecieron la colaboración de la empresa ante los duros momentos de escasez de oferta en el invierno austral. Las relaciones entre la empresa y el Gobierno durante esos meses pasaron, según fuentes del sector, por momentos de tensión, habida cuenta de que Repsol YPF tuvo que desatender contratos para satisfacer la demanda planteada por el Gobierno para diversas regiones.
La presidenta electa expresó su intención de mantener un canal permanente con los representantes de la empresa española en Buenos Aires y expresó su voluntad de establecer las condiciones para que la compañía pueda materializar su ambicioso plan de inversiones.
Las fuentes dijeron que si bien el tema que afecta dramáticamente la cuenta de resultados de Repsol YPF -los precios de la energía en Argentina por debajo de los costes de producción de la misma- no fue analizado, Brufau salió esperanzado y consideró la reunión un progreso. Así lo informó a su equipo en Madrid.
Con todo, cinco días después del encuentro, el Gobierno argentino hizo público un aumento del impuesto (retenciones) a la exportación de petróleo y gasolinas -después de incrementar el gravamen sobre otros productos de exportación- cuya vigencia se extiende a 2011. Si bien Repsol YPF abastece sobre todo el mercado argentino, en 2007 ha exportado productos refinados localmente por 1.041 millones de dólares.
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