Venus, el planeta estropeado
Una nave espacial europea escudriña su evolución
Dos planetas casi gemelos -por tamaño, composición, masa y densidad- han seguido historias tan distintas que ahora, 4.500 millones de años después de su formación, uno es un mundo templado, húmedo y habitable, la Tierra, mientras que el otro, Venus, es un infierno sin agua, con 457 grados centígrados de temperatura media en el suelo y una atmosfera de CO2 con nubes de ácido sulfúrico. ¿Por qué se estropeó Venus?
La nave Venus Express, de la Agencia Europea del Espacio (ESA), llegó al mundo vecino en 2006 para investigar su evolución. Hoy, decenas de científicos de la misión, incluidos varios españoles, presentan los resultados del primer año de trabajo en nueve artículos en la revista Nature. Los especialistas resumen que, aunque los climas de los dos planetas divergieron hacia extremos opuestos desde unos comienzos similares, las causas de las diferencias son menos misteriosas de lo que se pensaba. Por ejemplo, mientras que en la Tierra el CO2 se fijó en las rocas carbonatadas y se conservaron los océanos de agua, Venus mantiene el CO2 en la atmósfera -con un potentísimo efecto invernadero- y perdió casi toda su agua en el espacio.
Agustín Sánchez Lavega (Universidad del País Vasco), co-autor de dos de los nueve artículos, destaca entre los hallazgos de Venus Express, una estructura de doble ojo, como dos remolinos calientes, en la alta atmósfera del Polo Sur venusiano, similar a la ya conocida del Polo Norte. Los científicos no entienden cómo se forman estos vórtices, dice el científico español, experto en meteorología planetaria.
Venus gira muy despacio sobre su eje -en sentido contrario al resto de los planetas del Sistema Solar-, de manera que una vuelta completa dura 243 días terrestres. Pero la atmósfera, a unos 70 kilómetros de altura, gira muy deprisa. Cumple una vuelta completa del planeta cada cuatro o cinco días y los vientos superan los 360 kilómetros por hora, según medidas precisas de la Venus Express.
Andrew P. Ingersoll (Caltech,EE UU), señala en Nature que la Venus Express puede funcionar hasta 2013, pero además, su éxito abre el apetito de otras agencias espaciales. Japón enviará en 2011 su Venus Climat Orbiter y la NASA estudia otra misión.
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