El PP deja caer el trasvase del Ebro para no dañar la campaña de Rajoy

El PP ha renunciado a sostener la defensa del trasvase del Ebro en el debate de presupuestos del Congreso de los Diputados y la oposición exigió ayer al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que aclare si da ya por extinguida su reivindicación. Una reivindicación mantenida ininterrumpidamente por el PP nacional desde hace 10 años con manifestaciones en Valencia, Alicante, Madrid, etc.

Sin embargo, las circunstancias mandan y los populares valencianos han dejado caer el trasvase del Ebro para no perjudicar la campaña electoral de Mariano Rajoy en Aragón y Cataluña, donde pretenden recortar diferencias con el PSOE en las generales de marzo. Así, ayer no se produjo ninguna de esas salidas en tromba que acostumbra a realizar el PP cada vez que se enfrentan a una situación que los pone en evidencia. Tampoco quiso hablar en público ningún miembro del Consell. El consejero de Medio Ambiente, José Ramón García Antón, hizo campana en las Cortes. Y Camps habló de turismo, un tema propicio para reivindicar los trasvases pero a los que no hubo mención.

La locuacidad del Consell sobre la demanda hídrica se trastoca en silencio

Si hace ahora cuatro años Rajoy no tuvo problema alguno en defender explícitamente el trasvase del Ebro -"los Gobiernos están para tomar decisiones justas aunque a algunas personas no les gusten", dijo- y Camps pidió el voto "porque Rajoy es el único que garantiza el trasvase del Ebro", ayer el PP aguó la reivindicación hídrica hasta hacerla casi transparente.

El portavoz popular en las Cortes Valencianas, Esteban González Pons, aseguró: "La política nacional del PP en materia de agua está más que clara. Sólo hay que ver las declaraciones que realizó Mariano Rajoy el pasado sábado en Valencia en su presentación nacional como candidato, cuando abogó por una España generosa y solidaria entre sus comunidades y regiones, donde el agua sea de todos y se reparta a quien la necesite". En términos parecidos se pronunció García Antón, que dijo que todo el PP está "a favor de recuperar el Plan Hidrológico Nacional, pero completo, con pacto del agua incluido". Respecto a las razones por las que el PP presentó una enmienda en el Congreso exigiendo 600 millones de euros para el trasvase del Ebro y luego la modificó, por presiones del PP de Aragón, el consejero aseguró desconocer quién había sido el responsable: "Yo soy un técnico, no entiendo de esas cosas".

El Grupo Popular en el Congreso siguió ayer esgrimiendo que ha presentado una enmienda en la que defienden "los trasvases de unas cuencas a otras cuando no haya forma de resolver el déficit".

Quien sí salió ayer en tromba, fue el PSPV-PSOE para exigir a Camps que aclare si mantiene viva la reivindicación sobre el Ebro. El portavoz socialista en las Cortes Valencianas, Ángel Luna, pidió al Consell que diga si extinguirá ahora las fundaciones "montadas con dinero público para reclamar el trasvase y agitar la guerra del agua". A Luna lo corearon no menos de media docena de cargos públicos socialistas. La petición de aclaraciones al PP también se produjo en el Bloc y Unión Valenciana.

Carlos Arribas, portavoz de Ecologistas en Acción dijo: "Que el PP haya renunciado a defender el trasvase en el Congreso es un bombazo porque el disco tan rayado que tenían ya se les había acabado".