El Gobierno recurre la multa de Bruselas contra Telefónica

Telefónica es la primera multinacional de España. Y el Gobierno ha decidido no dejarla abandonada a su suerte. El Ejecutivo anunció ayer la presentación de un recurso de anulación ante el Tribunal de Luxemburgo contra la decisión de la Comisión Europea de imponer a Telefónica una multa de 151,8 millones por un abuso de posición dominante en el mercado de acceso a Internet por banda ancha.

El Gobierno asegura que "no es objeto del recurso la defensa de Telefónica, sino la defensa de las competencias del Estado español y de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). El recurso supone un enfrentamiento directo con la Comisión Europea, a la que acusa de haberse extralimitado en sus competencias porque con su decisión pone en entredicho el papel del regulador nacional. El recurso recoge casi punto por punto todos los argumentos tanto de Telefónica como de la CMT, que defendía que la operadora se había limitado a aplicar los precios regulados.

Así, el Gobierno acusa a Bruselas de crear una grave inseguridad jurídica al llevar la contraria a la CMT, que dio el visto bueno a los precios mayoristas de ADSL que aplicaba Telefónica a sus rivales. "El hecho de que las resoluciones de la CMT hayan quedado sin valor como consecuencia de una decisión posterior de la Comisión Europea genera inseguridad jurídica y afecta gravemente al interés público y al desarrollo de un sector tan estratégico como el de las telecomunicaciones", alega el Gobierno

El recurso, a instancias del Ministerio de Industria, acusa a la Comisión de no haber dado a la CMT la oportunidad de "colaborar plenamente" cuando advirtió en 2003, tras la denuncia de France Télécom, que los precios mayoristas de Telefónica no dejaban márgenes a sus rivales.

Pero la crítica va mucho más allá. El Gobierno acusa a la Comisión de haber realizado mal los cálculos sobre los costes de Telefónica, y de dar una imagen falsa del mercado español, al señalar que habían desaparecido operadores de ADSL ante el dominio del ex monopolio, sin tener en cuenta que se trataba de simples fusiones de empresas.

La noticia cayó como un jarro de agua fría sobre France Télécom, cuya filial en España consideraba un "acto insólito" que el Gobierno español recurriera la multa. En Telefónica, cundió la euforia.

La Comisión indicó ayer que la multa estaba bien fundamentada, según indicó Jonathan Todd, portavoz de la comisaria de Competencia, Neelie Kroes, informa Ricardo M. de Rituerto.