Aplausos y pateos en el tren de Gonzalo Suárez
El director estrena 'Oviedo Express'
El próximo miércoles 31 se estrena en toda España Oviedo Express, la última película del asturiano Gonzalo Suárez, presentada ayer en la Seminci y recibida con aplausos y algún pateo entre los invitados que tuvieron ocasión de verla en la primera sesión. En la rueda de prensa posterior, Suárez (Oviedo, 1934) estuvo acompañado de los principales actores de un filme que es firme candidato la Espiga de Oro de la Seminci: Aitana Sánchez-Gijón, Carmelo Gómez y Maribel Verdú.
La película arranca con la llegada a los andenes ovetenses de un fantasmagórico tren en el que viaja un grupo de actores contratados para representar La Regenta. Esta circunstancia, y el hecho de que Gonzalo Suárez trasladara a la pantalla en 1974 la novela de Leopoldo Alas del mismo título, es de alguna manera responsable de que buena parte de las preguntas giraran en torno a esta coincidencia, que Suárez negó en todo momento. "Los actores que llegan a Oviedo van a representar La Regenta de la misma manera que podrían ir a hacer Hamlet", dice, y confiesa que hay en el guión muchos paralelismos con Angustia, un relato de Stefan Zweig. El realizador añade que su última creación "es una comedia con facetas de farsa y de vodevil", a la que no le falta una parte de drama y hasta "retazos de género musical". Para Suárez, Oviedo Express "es una mezcla de géneros, un género degenerado". No es, de ninguna manera, "una adaptación de La Regenta, y tampoco es una obra de teatro".
En medio de un ambiente de buen rollo, Aitana Sánchez-Gijón calificó al director de "atípico, con un mundo propio que tiene mucho que ver con su mundo literario". La actriz desveló algunas de las interioridades del rodaje de este filme, cuyo coste ha superado los cuatro millones de euros, como, por ejemplo, "la crisis" que atravesó al comienzo del mismo hasta acostumbrarse a la forma de trabajar de Suárez. Para Aitana Sánchez-Gijón, las cosas empezaron a ir bien cuando decidió arriesgarse a hacer "casi el ridículo" dejándose llevar por el director, lo que le ha permitido hacer un trabajo "diferente, una experiencia muy gozosa".
Maribel Verdú, otra de las protagonistas, calificó la película como "exagerada y con personajes muy al límite", aunque en ella se reflejen "cosas que pasan realmente en la vida: cuernos, traiciones y pasiones que ojalá hayáis vivido". Para la actriz, el personaje que interpreta "no tiene ni valores ni moral, lo que me ha permitido pasármelo pipa". Gonzalo Suárez se definió a sí mismo como alguien que crea "mundos propios que son paralelos al mundo real". "Mi trabajo", añadió, "es inventar un pájaro que vuele", sin ser de verdad.
Babelia
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