Un grito cubano en favor del debate
Nace 'La Siempreviva', revista dirigida por Reynaldo González, organizador de las últimas protestas intelectuales
En La Habana ha aparecido una nueva revista literaria. Se llama La Siempreviva y no es una publicación cultural al uso; aunque está financiada por el Ministerio de Cultura, no está adscrita formalmente a una institución oficial y no carga las tintas en el terreno ideológico.
Aunque en Cuba, ya se sabe, hasta la espeleología es política. "La revista surge con vocación de reflejar la vida literaria cubana y de estimular el debate, hoy más necesario que nunca en nuestro país y en todos los campos", afirma su director, Reynaldo González.
Narrador, ensayista y premio Nacional de Literatura, González fue uno de los iniciadores de la llamada guerra de los e-mails, una protesta de intelectuales que conmovió el mundo cultural y académico a principios de año y tuvo eco internacional. El motivo del plantón fue el rescate público en televisión de ex funcionarios vinculados a la etapa más gris de la cultura cubana, los años setenta, cuando numerosos escritores y artistas fueron marginados -y algunos expulsados de sus trabajos- debido a su homosexualidad o a no cumplir con los "parámetros revolucionarios". Aunque La Siempreviva no tiene que ver directamente con aquel cruce espontáneo de correos electrónicos, sí responde a la reclamación de espacios de debate crítico que los intelectuales cubanos demostraban con él.
Aparecida el 27 de septiembre, el número uno de la revista exalta en su artículo principal las memorias homoeróticas del pintor Raúl Martínez, quien fuera iconógrafo de la revolución, y como muchos artistas cubanos, marginado por su orientación sexual en los años setenta. El tema, aunque cada vez más asumido, sigue levantando ronchas por lo que implica de denuncia. "Ahora comienza a verse la homosexualidad con cierta mesura, pero hubo épocas terribles. A ellas se refiere en sus memorias Raúl Martínez, un artista muy querido en Cuba. Precisamente una de las causas de la protesta de los e-mails fue la resurrección de personajes que encarnaron esa política con crueldad y provocaron verdaderas tragedias en el ambiente cultural", afirma González.
La Siempreviva, que tendrá frecuencia trimestral, ha querido dejar establecido su carácter desde el primer ejemplar. "Un equilibrio entre generaciones, tendencias y estilos, sin temas ni autores prohibidos, a partir de un alto nivel de calidad", dice su director.
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