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Arquitectos y artistas declaran la guerra a Esperanza Aguirre

Compañeros de Navarro Baldeweg rechazan su despido del teatro del Canal

Esperanza Aguirre ha disparado primero. Y ha herido "profundamente" a Juan Navarro Baldeweg, según confiesa. La decisión de retirarle del proyecto del teatro del Canal, que le fue encargado tras ganar un concurso internacional en 2000, ha puesto en pie de guerra, casi sin fisuras, a la profesión.

Cientos de arquitectos y otras personalidades de la cultura como Martín Chirino, Eduardo Arroyo, Núria Espert, Mario Gas, Gerardo Vera o Carmen Alborch firmaron ayer un contundente manifiesto en apoyo del creador santanderino. Sólo era capaz de balbucear: "Todo es inexplicable. Las formas que se han utilizado son verdaderamente impresentables". ¿Se considera la última víctima de un conflicto político entre Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad y Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid? Guarda un largo silencio. Y dice: "Usted ¿qué opina? Yo no debo contestar nada".

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Son muchos los compañeros que han salido en su defensa ante lo que consideran una arbitraria y equivocada decisión. Rafael Moneo, arquitecto de proyección internacional como Navarro Baldeweg, señaló: "Proyectos como el teatro del Canal, complejos, culturalmente empeñados, requieren que el arquitecto no se sienta solo, desamparado. Me temo que ha podido ocurrir aquí. Él no puede asumir responsabilidades que van más allá de sus conocimientos y competencias. Confío en que, para el bien de los amantes del teatro y por respeto a un arquitecto como él, la Comunidad de Madrid vuelva a otorgarle, en breve, su confianza".

Álvaro Siza, premio Pritzker de Arquitectura, abundaba: "No doy crédito. Que se haya separado a un arquitecto de su prestigio internacional de una obra tan importante, me parece intolerable". Luis Moreno Mansilla y Emilio Tuñón, autores del Musac, afirmaron que "su exclusión del teatro del Canal supone una quiebra gravísima en la integridad de la obra de arte que es este edificio. Y una pérdida irreparable para la ciudad de Madrid".

Por su parte, Oriol Bohigas señalaba que "es una vergüenza ver cómo la arquitectura se utiliza fuera de su ámbito cultural y social en los procesos especulativos de los promotores y de las intenciones electoralistas de los partidos políticos". "Se propician proyectos banalmente teatralizados con costes desproporcionados en manos de una pretendida élite internacional y se desprecian las arquitecturas discretas y eficaces que pueden ofrecer la buena profesionalidad local. Y éste es el último ejemplo de esa inmoralidad".

De desvergüenza calificaba el caso Patxi Mangado, premio FAD de arquitectura: "Es una agresión profesional y moral, la evidencia de una intolerable utilización de la arquitectura y de los arquitectos con fines espurios. Y para encubrir la propia incapacidad de gestión de lo público por parte de algunos políticos y administradores".

Son también muchos los que opinan que el teatro del Canal es la obra más importante, de corte institucional, que se está haciendo en Madrid. El gesto destila "un autoritarismo dirigido a atacar la cultura arquitectónica y la teatral", apunta el arquitecto Antón Capitel.

Miguel Verdú, uno de los pocos profesionales españoles especializados en la construcción de teatros, recurrió a un símil: "Billy Wilder dijo: 'No conozco a nadie que haya dicho vamos a ver esa película porque no se pasó de presupuesto", en referencia a las razones económicas aducidas para el despido.

"El tiempo hará ridículos los motivos de su cese, pero irreversible el daño producido, convirtiendo su expulsión en error histórico", dijo Juan Herreros. Su colega Iñaki Ábalos comentó: "Parece mentira que Aguirre se dedique a traer a ingleses con nombre, como Foster, Rogers, Zaha Hadid..., que tienen trayectorias que demuestran un incremento manifiesto de los presupuestos y se permita humillar a una persona por unos desvíos ridículos y no imputables a él, sino al sistema de contratación".

El arquitecto Juan Navarro Baldeweg, ante el teatro del Canal.
El arquitecto Juan Navarro Baldeweg, ante el teatro del Canal.ULY MARTÍN

"Lastimosa calamidad"

La noticia corrió como la pólvora y en pocas horas eran cientos las adhesiones recogidas en un manifiesto titulado "Madrid se pierde la principal obra de Navarro Baldeweg". En él se afirma que "Murcia, Salzburgo, Princeton, Amersfoort, Barcelona, Roma, Burgos... tenían lo más granado de los proyectos y obras de Navarro Baldeweg y ya, por fin, Madrid iba a tener un teatro". Tras un recorrido por la trayectoria del arquitecto y después de denunciar que "le empujan y difaman", los firmantes muestran su repudio "como personas civilizadas, que habitamos una ciudad que necesita de nuestro grito, de nuestra impaciencia y de nuestra determinación, frente a la manipulación, la mentira y el oprobio a nuestra cultura y a uno de sus más dignos representantes". Entre ellos, Eduardo Arroyo, Núria Espert, Carmen Alborch, Martín Chirino, Javier Climent, Pau Soler, Mario Gas, Gerardo Vera, Gloria García Lorca, Fernando Checa, Luis Fernández Galiano, Luis Olmos, Eduardo Vasco, Antonio Cruz, José María Ezquiaga, Fernando Espuelas, Andrés Jaque, Juan Mera o Eduardo Mangada. El comunicado sentencia: "Todo se va a convertir en una lastimosa calamidad".

MANIFIESTO Y FIRMANTES

Madrid se pierde la principal obra de Juan Navarro Baldeweg…

Murcia, Salzburgo, Princeton, Salamanca, Amersfoort, Barcelona, Roma, Burgos… tenían lo más granado de sus proyectos y obras y ya, por fin, Madrid iba a tener un teatro de Navarro Baldeweg. Sus cajas escénicas, las de los proyectos que habitan o habitarán en estas ciudades mencionadas, son referencia en los textos que analizan el teatro contemporáneo. Los estudiosos de la arquitectura de nuestro tiempo conocen, estiman y siguen el trabajo de Navarro Baldeweg, como arquitecto y como artista plástico. A través de sus numerosas exposiciones en ciudades españolas y extranjeras, sus obras como pintor y escultor, que pueblan los museos y colecciones más representativas, nos obligan a pensar sobre el tránsito entre lo grafiado y lo construído, entre la idea y su realización,

… con intensa dedicación gana el concurso de los Teatros del Canal de Madrid, anima a colaborar en su desarrollo y formar parte de su equipo a prestigiosos profesionales de la ingeniería, e inevitablemente mantiene la expectación del mundo de la cultura madrileño en sus progresivas etapas de construcción,

… con ejemplar paciencia sostiene el pulso de la obra ante los vaivenes de la cambiante política madrileña,

… y ahora nos dicen que dilapida el dinero y aumenta los presupuestos; que es impreciso su proyecto y caprichosos sus cambios. Le empujan y difaman. Pero nada concuerda con la realidad de lo que se ve desde afuera, con el inusitado despliegue de unos planos quebrados que guardan la magia de unos maravillosos espacios logrados en un difícil y escueto solar. Espacios estirados, oblicuos y sabiamente conformados en la topología que afecta a las geometrías elementales.

… todo ello lo íbamos a disfrutar la ciudadanía. Ahora nos entregarán un edificio manipulado, en que las luces no estarán en su lugar, los colores y texturas no serán los adecuados y cuando estemos en él, nuestro observación repudiará la torpeza accidental frente a la claridad de la idea y la rotundidad de lo más esencial hasta ahora logrado.

… ya faltaba poco, y ese poco, sin embargo, se va a convertir en una lastimosa calamidad que destrozará el honrado trabajo de un arquitecto y, con él, de uno de los más preclaros hombres de la cultura española de nuestro tiempo.

Manifestamos nuestro repudio como personas civilizadas, que habitamos una ciudad que necesita de nuestro grito, de nuestra impaciencia y de nuestra determinación, frente a la manipulación, la mentira y el oprobio a nuestra cultura y a uno de sus más dignos representantes.

JAVIER CLIMENT, LUCRECIA ENSEÑAT BENLLIURE, PAU SOLER SERRATOSA, JUAN MIGUEL HERNANDEZ DE LEÓN, RAFAEL MONEO, IÑAKI ABALOS, EMILIO TUÑÓN, LUIS MORENO MANSILLA, PAXTI MANGADO, LUIS FERNÁNDEZ GALIANO, ANGEL FERNÁNDEZ ALBA, CARMEN ALBORCH, DELFIN RODRIGUEZ, EDUARDO ARROYO, ISABEL AZCARATE, FEDERICO SORIANO, JOSEMARIA EZQUIAGA, ENRIQUE SOBEJANO, GUILLERMO VAZQUEZ CONSUEGRA, JERÓNIMO JUNQUERA, FERNANDO ESPUELAS, CARLOS ARROYO, ANTON CAPITEL, BEATRIZ MATOS, ANDRÉS JAQUE, RICARDO LANDALUCE, MANUEL BORRAS, MANUEL RAMIREZ, JOSEP QUETGLAS, CARLOS PUENTE, JOSÉ MARÍA TORRES NADAL, FUENSANTA NIETO, PEDRO MOLEON, VERONICA SCORTECCI, JANI PRUNNILA, LUIS ROJO DE CASTRO, DARÍO GAZAPO, AMPARO BERLINCHE, JOSÉMARÍA CHURTICHAGA, JUAN MERA, BEATRIZ BLANCO, EDUARDO MANGADA, VICTOR PEREZ ESCOLANO, GLORIA GARCIA LORCA, FERNANDO CHECA CREMADES, JOAQUIN LIZASOAIN, PEDRO FEDUCHI, RICARDO LAMPREAVE, JUAN CARLOS, SANCHO, SOL MADRILEJOS, ENRIQUE PUJANA, CARLOS RUBIO CARVAJAL, VICTORIA ACEBO, ANGEL ALONSO, CONSUELO MARTORELL, JOSE MANUEL LÓPEZ PELAEZ, MARIA LUISA MARTIN DE ARGILA, BEGOÑA GOYENETXEA, ELENA ALBAJAR, CARMEN ESPEGEL, ARIADNA CANTIS, CRISTINA GIMÉNEZ, URIEL FOGUÉ, ANTONIO JUAREZ, MARGA PAZ, JOSE MARIA GARCIA-PABLOS RIPOLL, RICARD MENEU, EVA LOOTZ, PATRICIA MOLINS, HORACIO FERNANDEZ, JAVIER MONTES, JOSE LUIS ESTEBAN PENELAS, ROSA REGÁS, AGUSTÍN TENA, JAVIER GARCIA SOLERA, JOSE MARIA LAFUENTE, ANTONIO ABRIL, JACOBO GARCIA-GERMAN , ALFONSO AIJÓN, BLANCA PONS SOROLLA, MIGUEL DE GUZMAN, ALICIA RIOS, SILVIA PRATDESABA, ANGUSTIAS FREIJÓ, JOAN ROIG, Y DOSCIENTOS INTELECTUALES Y PROFESIONALES DE LA CULTURA MÁS.

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