La industria amenaza con cercar el parque natural de Corrubedo

Cinco años después de que el esfuerzo de los marineros lograra salvarlo de la marea negra del Prestige, el parque natural de Corrubedo, uno de los paisajes más bellos de Galicia, se enfrenta a una amenaza de otro cariz. De llevarse a cabo los planes de la Xunta, el complejo de dunas y lagunas de agua salada y dulce quedará en poco tiempo cercado por tres piscifactorías y una depuradora de aguas.

"Nosotros, que fuimos capaces de parar un desastre como el del Prestige con nuestras manos y barcos, no vamos a permitir que nos conviertan en un gran vertedero", afirman los vecinos de Aguiño y Corrubedo, los dos pueblos del municipio coruñés de Ribeira entre los que se extiende un ecosistema que ha dado vida a una fauna y flora únicas en Galicia. "Todos y cada uno de los proyectos suponen gigantescos vertidos a las aguas del Complexo Húmido y una agresión paisajística sin precedentes en un espacio protegido", apostilla Manoel Santos, portavoz del colectivo de residentes, pescadores y ecologistas que se han alzado contra la pretensión de rodear el parque con nuevas construcciones.

Pocos lugares de Galicia gozan de más medidas de protección que el área de Corrubedo, Lugar de Importancia Comunitaria, Zona Especial de Protección de Aves, parque natural, humedal protegido y, en parte, Parque Nacional de las Illas Atlánticas, ya que abarca también la isla de Sálvora. Al norte de este conjunto, la Consellería de Pesca se propone autorizar dos granjas marinas, una de ellas la de mayor extensión de las proyectadas en el nuevo Plan de Acuicultura de Galicia. Al sur de las dunas, en la punta de Couso, frente a la bocana de la ría de Arousa, está prevista la construcción de otra piscifactoría.

En las proximidades de los roquedales de Couso también se encuentra la ubicación elegida por la empresa pública Augas de Galicia para la depuradora que debe tratar todos los vertidos fecales e industriales del municipio de Ribeira. La futura estación vertería al mar diariamente al menos 15 millones de litros de agua, que afectarían directamente a bancos de percebe, nécora y pulpo.