La Kutxa abandona el proyecto de fusión de las cajas de ahorro al menos hasta 2010
Etxepare afirma que la no integración supone la pérdida de oportunidades de negocio
La fusión de las tres cajas vascas quedará aparcada al menos hasta 2010. La caja guipuzcoana ha puesto fecha a la paralización de este proyecto, cuyo arranque se ha visto frenado a raíz del enrarecimiento del clima político creado por la nueva propuesta soberanista de Ibarretxe. La Kutxa ha decidido apearse de la operación temporalmente y continuar en solitario con su plan estratégico durante los dos próximos años. No obstante, su presidente, Carlos Etxepare, aseguró que la no integración de las cajas supone la pérdida de "importantes" oportunidades de negocio.
El proceso de fusión de las cajas atraviesa por uno de los peores momentos desde su lanzamiento en 2005. Los mandatarios de las tres cajas -Xabier de Irala (BBK), Carlos Etxepare (Kutxa) y Gregorio Rojo (Vital)- dieron por hecho el pasado día 2 el aplazamiento de esta operación, "ante el escenario político de incertidumbre" creado por el anuncio del lehendakari Ibarretxe de convocar una consulta popular. La misma jornada anunciaba el PSE que no se daban las circunstancias adecuadas para abordarla.
Hasta ahora nadie había concretado hasta cuándo iba a permanecer paralizado el proyecto. El presidente de la Kutxa, Carlos Etxepare, dio ayer una fecha: 2010. Hasta ese año, la entidad guipuzcoana no se planteará la fusión a la hora de planificar sus "escenarios, inversiones y proyectos de negocio". "Para el periodo 2080-2010 no se contempla [la fusión] en nuestra agenda directiva", manifestó en una comparecencia ante los periodistas, previa a su asamblea general ordinaria. La entidad se marca este periodo de más de dos años para hacerlo coincidir con el final de su plan estratégico Hamar.
El desmarque de la Kutxa sitúa cualquier iniciativa más allá de las próximas elecciones autonómicas -sean el próximo año, como ha apuntado Ibarretxe o en su fecha natural de 2009-, al margen de lo que suceda en marzo con la renovación de las asambleas de las tres cajas. Al menos hasta entonces quedará en el cajón una operación que persigue crear "una entidad más sólida, más solvente y capaz de competir y de defenderse en los mercados globales".
El proceso de integración se encontraba a la espera de su lanzamiento, tras las elecciones de mayo, cuando la irrupción de la consulta de Ibarretxe alteró por completo el clima político de la operación. Los socialistas, partidarios de ella, aunque la frenaron en 2005 por la oposición frontal del PP en Álava, consideran que con la propuesta soberanista del lehendakari encima de la mesa no se dan las condiciones para continuar adelante. El respaldo del segundo partido de Euskadi es esencial para la fusión, al margen de la representación que tiene en las asambleas generales de la cajas, sobre todo en la alavesa.
El pronunciamiento de Etxepare se produce solamente dos semanas después de que los tres presidentes, que coincidieron en un encuentro en Madrid a comienzos de octubre, lamentaron las interferencias que está produciendo el actual clima político en el proceso de crear una entidad única. Al mismo tiempo que defendieron el carácter "irreversible e inaplazable" del proceso integrador, reclamaron a los partidos e instituciones "consenso" para llevarlo adelante.
Además de los acuerdos necesarios entre los partidos para que las asambleas de las tres entidades den el visto bueno a la fusión, es necesario asimismo alcanzar mayorías suficientes para que pueda prosperar en el Parlamento la reforma de la Ley de Cajas de Ahorro para dar el marco legal adecuado a la entidad única.
El coste de la no fusión
Un portavoz de la BBK se reafirmó ayer en la "idoneidad" y la "urgencia" de la unión, en sintonía con el mensaje que dirigió Irala a la asamblea de la caja vizcaína En la misma línea, la Vital estima que este plan es "necesario" para reforzar el futuro empresarial y el crecimiento de las entidades.
Etxepare enumeró de forma pormenorizada los "costes de la no fusión", en términos de "oportunidades perdidas" en el negocio financiero. Este retraso, sostuvo, repercutirá a medio plazo en la posición competitiva de la Kutxa y le imposibilitará abordar proyectos que no puede hacer frente en solitario.
La fusión, dijo, supondría "mejores resultados, menos riesgos, más recursos" vía impuestos para Guipúzcoa. "No cabe duda de que una unión de intereses nos llevaría a horizontes que hoy ni siquiera nos podemos plantear". En cambio, con la paralización de este proceso se verán afectados "la expansión internacional del negocio financiero, en segmentos de negocio como las pymes y la banca corporativa, las mejoras en tecnología y la propia política de inversiones".
No obstante, el presidente de la Kutxa lanzó un mensaje de optimismo "a la sociedad" al afirmar que en la caja "tenemos ideas, dinamismo, fortaleza financiera, solvencia, recursos propios, iniciativa y medios para desarrollar nuestro plan de empresa.
Inversiones inmobiliarias
El presidente de la Kutxa, Carlos Etxepare, defendió ayer la política de inversiones inmobiliarias de la entidad, incluida la operación de La Zerrichera, en Águilas (Murcia), donde tiene comprometidos 125 millones de euros en la compra de unos terrenos donde está prohibido construir por decisión judicial.
Etxepare aseguró que el pago de estas cantidades está supeditado a que finalmente se pueda edificar en dichos terrenos.
El plan de La Zerrichera se encuentra en los tribunales tras la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Murcia de paralizar cautelarmente su desarrollo urbanístico. La Kutxa se personará en este caso porque "sigue teniendo interés en esta inversión", destacó su presidente.
Etxepare explicó que las inversiones inmobiliarias de la caja están "perfectamente ponderadas y contrastadas con el mercado" y suponen el 11% de la cartera global de inversiones. La Kutrxa cerrará este año con 215 millones de beneficio.
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