Aguirre aparta a Navarro Baldeweg de la obra del Teatro del Canal

El arquitecto y artista plástico Juan Navarro Baldeweg se ha quedado atónito tras recibir el jueves un burofax (documento con valor notarial) en el que el Canal de Isabel II y su director gerente Ildefonso de Miguel, que dependen del gobierno de Esperanza Aguirre de la Comunidad de Madrid, le comunican que le rescinden los contratos por los que se le encargó el proyecto y la dirección de la obra para la construcción del Teatro del Canal. También, el que se le facultaba para realizar las obras de los equipamientos escenotécnicos de dicho espacio que el arquitecto ha puesto en pie desde que en 2000 ganara su proyecto un concurso internacional convocado por el entonces presidente Alberto Ruiz-Gallardón y su consejera de las Artes Alicia Moreno.

El arquitecto achaca el retraso a la adjudicación de los equipamientos

El Canal de Isabel II habla de más de 300 defectos y carencias en la obra

Navarro Baldeweg está más asombrado aún porque antes de ejecutar esta medida, que considera gravísima y con la que se le hace "un daño inconmensurable y también al ciudadano", no ha mediado conversación alguna, llamada o notificación por parte del Canal.

En el documento se le llega a decir que su proyecto "ha adolecido de importantes defectos, carencias e imprevisiones, que podrían implicar desviaciones presupuestarias y de plazo de ejecución que no son aceptables". Según Navarro Baldeweg, gran parte de los retrasos se deben a que el Canal adjudicó, vía concurso, el proyecto de equipamientos escenotécnicos (cuyas obras asume el arquitecto del plan general) a una empresa que lo ha realizado sin conocer lo construido por él, quien tampoco participó en la redacción de ese proyecto ni en la adjudicación. De ahí que lo que los equipamientos previstos se hayan tenido que corregir continuamente para adapatarlos al original.

Para contestar a las acusaciones, Navarro Baldeweg deja claro que su responsabilidad llegó hasta donde tenía que llegar: "A partir de ahí hemos avisado en repetidas ocasiones de que faltaban cosas para finalizar el proyecto y no se nos ha encargado subsanar esas carencias". El arquitecto llevó ayer por la mañana los contratos y planos de este proyecto a la caja fuerte de un notario con el fin de poner el asunto en manos de sus asesores jurídicos.

"Las obras del proyecto civil están ralentizadas por la constructora y las de equipamiento una vez resueltas todas las deficiencias que había pueden coger un ritmo que posibilitaría terminar todo antes del verano de 2008", sostiene Navarro.

Según fuentes del Canal de Isabel II, el proyecto de Navarro Baldeweg costará un 25% más de lo previsto. No es extraño que los grandes planes arquitectónicos se desvíen incluso más; el proyecto del Palau de las Arts (cerrado por las inundaciones) de Santiago Calatrava se ha ido un 300% de lo presupuestado.

El Canal habla de más de 300 defectos, carencias e imprevisiones. Baldeweg y su equipo se quedan atónitos ante "el desconocimiento de quien hace esas acusaciones" y recuerdan como "echaron" al asesor teatral José Luis Tamayo, prestigioso y reconocido director técnico, y se contrató a otro que nunca ha ido a la obra "al igual que Esperanza Aguirre, que nunca ha venido". "Este teatro nunca fue deseado por este gobierno. Por primera vez en mi vida veo que la propiedad no quiere su proyecto. Lo han pretendieron deshacer desde que llegaron", dicen.

Carlos Hernández Pezzi, presidente del consejo Superior de los Colegios de Arquitectos de España, comentó ayer: "Me cuesta creer que alguien como Navarro Baldeweg, que ha hecho cosas de gran importancia, se vea vejado de esta manera; el consejo también está para alzar la voz ante estos atropellos", señaló.

Por su parte, Juan Miguel Hernández de León, director de la Escuela de Arquitectura de Madrid y presidente del Círculo de Bellas Artes afirmó: "Me parece indignante; sólo desde la insensibilidad cultural se puede ignorar la valía internacional de un arquitecto como Navarro Baldeweg".