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Sanidad replica a los sindicatos que sus demandas son propias de "privilegiados"

Osakidetza cree que se ha montado una "campaña de descrédito" contra la red pública

"Osakidetza sufre una campaña de descrédito que trata de minar su imagen ante la sociedad vasca". Eso es lo que opina su directora general, Gloria Quesada, quien reconoce que el sistema sanitario público es "mejorable", pero niega que se encuentra en la unidad de cuidados intensivos como intentan "hacer creer algunos colectivos". Quesada salió al paso del chaparrón de críticas que le está cayendo en las últimas semanas desde varios frentes y aprovechó para advertir a los sindicatos de que sus demandas resultan inasumibles y son propias de "trabajadores privilegiados".

A la pugna que mantiene Osakidetza con los sindicatos en las últimas semanas, se sumaron el pasado martes los reproches de la asociación por el Derecho a la Salud (Osalde). Esta asociación, integrada por alrededor de 200 profesionales del sector (desde médicos a enfermeras, pasando por celadores y auxiliares), alertó de que el sistema sanitario público precisa de una mayor inversión para su mejora y acusó a sus responsables de descapitalizarlo progresivamente para potenciar los centros privados como medio para reducir las listas de espera. Esta reflexión esta avalada por todas las centrales (menos el Sindicato Médico de Euskadi), la Plataforma 10 minutos (la forman médicos de atención primaria que demandan más tiempo para las consultas) y la Asociación de Medicina Familiar y Comunitaria.

Las críticas motivaron ayer la salida a la palestra de la dirección de Osakidetza, que arrastra un largo conflicto con los sindicatos por la negociación de las condiciones laborales de la plantilla. Los principales ejecutivos del Servicio Vasco de Salud trataron de desmontar con sus datos las acusaciones de Osalde y de las centrales.

Trasfondo político

En el caso de la asociación por el Derecho a la Salud, Quesada vio un trasfondo político en sus críticas, ya que coinciden, según apuntó, "con las que realiza la oposición" en el Parlamento. En este sentido, subrayó que, "casualmente", se encuentran "numerosas coincidencias" entre su diagnóstico del sistema de salud y el que presentó el PSE el pasado mes de julio. Sobre el envío "masivo" de pacientes a la red privada, que Osalde cifró en 15.000 usarios en los últimos cuatro meses, replicó que en ese periodo de tiempo los médicos de Osakidetza han realizado 1.200.000 consultas. De esta forma, esos 15.000 pacientes se traducirían en que sólo el 1% se deriva a la privada. "La cifra de concertación con el sector privado se mantiene invariable en los últimos diez años y nunca supera el 7% del total", zanjó.

En cuanto a la falta de inversiones, recordó el plan plurianual aprobado en abril por el Gobierno, que recoge una inyección de 600 millones para mejorar las infraestructuras hospitalarias entre 2007 y 2012. El gasto público en sanidad medido desde el punto de vista del Producto Interior Bruto se encuentra por debajo de la media española, pero Quesada resaltó que la comparación con el PIB español no es la más adecuada porque la mayor parte de las autonomías ha venido realizando sus inversiones en los últimos años, mientras que en el caso de Euskadi ese esfuerzo ya se hizo en la década de los ochenta y primeros años de los noventa.

Sobre el malestar del personal, que ha propiciado la unidad sindical (a excepción del Sindicato Médico de Euskadi) y que es la fuente de los mayores quebraderos de cabeza para Osakidetza, hizo hincapié en que las reivindicaciones resultan "inasumibles" y resultan propias de "trabajadores privilegiados". En este punto intervino el director de Recursos Humanos, José Andrés Blasco, quien destacó que la plantilla disfruta de la semana laboral de 35 horas desde el año 2000, tiene derecho a cobrar el 100% del sueldo desde el primer día de baja y se ha ofrecido a los trabajadores una subida salarial que va desde el 12% (para la categoría más baja) hasta el 17,4% (para la más alta).

La dirección de Osakidetza también abordó el acuerdo laboral alcanzado con el Sindicato Médico, que según el resto de las centrales y Osalde va a romper la cohesión de los equipos sanitarios al no contar con el respaldo del 90% de la plantilla e introducir desigualdades retributivas s entre médicos, enfermeras y auxiliares. "La diferencia salarial, aun aplicando las mejoras de los facultativos y no las ofrecidas al resto de colectivos, es de la más bajas de cualquier empresa" , enfatizó la directora, quien se mostró abierta a retomar la negociación con los sindicatos si existe "voluntad" de cerrar acuerdos.

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