Un perito confirma que el agua del río Segura contenía metales pesados

Un perito ratificó ayer ante el tribunal que los análisis realizados en el río Segura entre los años 2000 y 2001 revelaban altas cantidades de metales pesados como cobre y zinc y otros componentes tóxicos, como fenoles y amonio. El experto declaró, en calidad de testigo, en el jucio que se sigue en la sección 7ª de la Audiencia de Alicante, con sede en Elche, contra 11 empresarios y tres ex altos cargos de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) por vertitos tóxicos industriales, bien a través de la red de alcantarillado de los municipios o directamente el cauce.

Ayer se retomó en la sección en Elche de la Audiencia Provincial de Alicante el juicio contra siete empresarios de La Vega Baja acusados de realizar vertidos contaminantes al río Segura. Luis Burillo, del Instituto Médico Forense de Valencia, que coordinó todos los análisis que se llevaron a cabo en esa época, declaró como testigo, propuesto por la fiscalía, y ratificó los informes en los que se pone de manifiesto que el río presentaba componentes tóxicos procedentes de las industrias investigadas. En concreto, Burillo dijo que el río "se había convertido en un colector de aguas residuales como consecuencia de los altos índices de salinización que presentaba, además de elementos tóxicos como fenoles y amonio".

Este perito reconoció a preguntas de los abogados de la defensa que él no estaba presente en la recogida de muestras, sino que coordinaba al equipo que lo hacía junto con los agentes del Seprona. Dijo que tras la toma de muestras se realizaban los análisis pertinentes y luego él mismo elaboraba los distintos informes que presentó y que constan en el sumario. Estos informes revelaban la presencia de elementos tóxicos y vertidos industriales al río. Según consta en el escrito de acusación, en las muestras se advirtió la presencia de una "elevada concentración de materia orgánica en descomposición, la presencia de metales pesados, como cobre, zinc o cadmio, y una alta concentración de aceites y grasas".

La toma de muestras se realizó los días 10, 11 y 15 de mayo del año 2000 y de ellas resultó la imputación de un presunto delito por vertidos ilegales al Segura contra siete empresas ubicadas en distintas poblaciones de La Vega Baja. Junto a sus responsables, también se ha imputado, por la acusación particular ejercida por los grupos conservacionistas Amigos de los Humedales y Ecologistas en Acción, a dos ex presidentes de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHJ) y a un comisario de aguas de este organismo. Los abogados de la defensa han intentado desacreditar los informes por defectos de forma en la toma de muestras o en el proceso, pero ninguno ha puesto en tela de juicio el resultado final de las pruebas con presencia de vertidos ilegales al río.

Entre los más de 50 testigos de este juicio destaca la presencia de 18 alcaldes de poblaciones de la comarca a quienes los ecologistas responsabilizan por permitir vertidos de aguas sin depurar al río. Faltan todavía dos alcaldes por declarar, el de Formentera y el de san Fulgencio, ambos excusados hasta ahora por motivos médicos. El juicio se reanudará el lunes y será el turno para otros expertos que hicieron informes sobre la contaminación del río, entre ellos un profesor de la Universidad Miguel Hernández.

El fiscal solo acusa a siete de los 11 empresarios procesados y pide penas de entre 4 y 6 años de cárcel. Los ex cargos de la CHS son juzgados a instancias de la acusación popular, que ejercen dos grupos ecologistas, y se enfrentan a una petición de seis años de cárcel.

Por otra parte, la CHJ aseguró ayer que "la contaminación orgánica en el río Segura ha descendido hasta mínimos históricos en todos los puntos de análisis", informa Tono Calleja. Según el organismo de cuenca, sólo se aprecian indicios de contaminación a la llegada del río a Orihuela.