Jaén eludirá aplicar la ley 'antibotellón' en la semana de feria

Jaén levantó ayer oficialmente el telón de la feria de San Lucas, uno de los últimos grandes festejos del año en Andalucía. La feria llega este año en medio de las restricciones derivadas de la ley antibotellón, por lo que el Ayuntamiento ya ha anunciado cierta permisividad ante lo que considera una situación de "excepcionalidad". Sin embargo, sí que advierte que habrá controles en las casetas del ferial para reducir el nivel de ruidos.

"Intentaremos buscar el equilibrio entre la diversión y el derecho al descanso, pero hay que tener en cuenta la situación excepcional que provoca la feria". La concejala de Policía y Seguridad Ciudadana, Matilde Cruz, dejó entrever con estas palabras la flexibilidad que su área tendrá durante los próximos días en la aplicación de la ley antibotellón. Desde que la ley entró en vigor el pasado mes de enero, el Ayuntamiento jiennense ha interpuesto 37 sanciones por beber en la calle (la mayoría en torno a los 90 euros), y ha levantado un acta a un establecimiento de apertura las 24 horas por vender bebidas fuera del horario que marca la ley.

La mayoría de esas sanciones se han puesto en las inmediaciones de la plaza de Renfe y del parque de La Alameda que, hasta la entrada en vigor de la ley, acogían cada fin de semana a unos 6.000 jóvenes en los botellones, pese a las críticas por ruidos y molestias de las asociaciones de vecinos. Desde el mes de enero, el Consistorio habilitó como botellódromo la parte superior del recinto ferial, en la carretera de Granada. Esta zona, muy alejada del centro y de los bares de copas, ha tenido una escasa respuesta por parte de los jóvenes, a pesar de que incluso se habilitó un servicio de autobuses para evitar que los jóvenes utilizasen sus vehículos. El nuevo equipo de gobierno, formado por PSOE e IU, pretende ahora remodelar esa zona. "Era denunciable la forma ºen la que el anterior gobierno mandaba a ese lugar a los jóvenes, sin contar con los servicios básicos, era como quitárselos del medio del centro", señala la concejala de Seguridad Ciudadana.

El Ayuntamiento sí que va a poner especial énfasis en el control de los ruidos de las casetas del recinto ferial, para que ninguna rebase los 90 decibelios. "Se van a hacer varios controles para vigilar los ruidos, porque las casetas deben ser puntos de encuentro y de convivencia, pero no pueden rebasar los límites que marca la ley", indica Matilde Cruz. La Policía Local va a redoblar el servicio de sus 144 agentes para el dispositivo de vigilancia de la feria.

La feria de San Lucas se abrió ayer con el pregón del actor cómico jiennense David Navarro y la tradicional cabalgata por las calles del centro urbano. Por la noche se activó el alumbrado del ferial, con más de 200.000 bombillas de bajo consumo.

Entre las principales novedades destaca la recuperación de la feria de ganado o la gratuidad de todos los conciertos del auditorio de La Alameda, donde actuarán Loquillo y Jaime Urrutia, Sergio Contreras, Antonio Orozco, Ojos de Brujo o Apache, entre otros.

El teatro también ocupará un lugar importante en la programación con representaciones en el teatro Darymelia como Gorda, de Neil LaBute; Son dos, de Faemino y Cansado, o Agua, azucarillos y aguardiente, que escenificará la Compañía Lírica Andaluza. A ellas hay que sumar la escenificación itinerante del espectáculo de calle La noche de la Malena, en alusión a la leyenda del lagarto de Jaén. La feria cuenta con un presupuesto de casi 889.000 euros, 180.000 más que en la edición anterior