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El contexto del Guggenheim

El museo bilbaíno celebra su décimo aniversario con un recorrido exhaustivo del arte realizado a lo largo de los 300 años de historia de Estados Unidos

La exposición Art in the USA: 300 años de innovación fue organizada por la Fundación Guggenheim de Nueva York para presentar en China y Moscú una visión general del arte estadounidense, desde su gestación como país hasta el mundo globalizado de 2007.

La muestra concluye en la instalación 'La materia del tiempo', de Richard Serra"
Es la evolución de la fascinación americana por el espacio" , dice el comisario

Fue concebida por Thomas Krens, director de la fundación y cabeza del equipo de comisarios de la exposición, como una tarjeta de visita artística que suponía la correspondencia a las grandes muestras que el Guggenheim había dedicado al arte ruso y a la cultura china. Art in the USA, con su título convertido en una marca que no se traduce del inglés, se inaugura hoy en el Guggenheim Bilbao -ampliada respecto a la muestra que viajó a China y a Rusia- para celebrar su décimo aniversario convertida en "el contexto" de las obras más representativas de la colección adquirida por el museo, y de los nombres vinculados a la casa madre neoyorquina. Rothko, Pollock, Rauschenberg, Warhol, Twombly, Jasper Johns, Basquiat, Schnabel y Jeff Koons, entre otros, se encuentran en el tramo final del camino que concluye en La materia del tiempo, de Richard Serra, la instalación de siete esculturas de acero monumentales, que se han convertido en el rasgo más identificable del contenido del Guggenheim Bilbao.

Pero antes de llegar a la ebullición del arte de la segunda mitad del siglo XX en Nueva York, Art in the USA, con dos centenares de obras, hace un recorrido que parte de la época de la colonización. Un retrato de George Washington realizado antes de ser elegido primer presidente de los Estados Unidos destaca en la sala dedicada al arte anterior a la independencia. La exposición sigue el hilo cronológico que lleva a la época en la que los artistas contribuyeron a forjar una identidad nacional con pinturas de escenas cotidianas y de paisajes. "Es una exposición que muestra la exhuberancia y el optimismo del nuevo mundo, que adopta las ideas europeas y las traslada a un territorio sin límites, más allá de los cánones establecidos", explica Krens.

En el tránsito del siglo XIX al XX el influjo de la inmigración y la apertura al exterior de las clases enriquecidas abrió la diversidad de estilos artísticos, cercanos al impresionismo pero también abiertos a plasmar la nueva visión de la ciudad y la industria con otras armas. "Creían que estaban creando el arte americano del siglo XX", señaló la comisaria Elizabeth Kennedy. Sin embargo, aquellos pintores del denominado estilo cubo de basura se equivocaron. El arte estadounidense evolucionó por otros caminos. La exposición muestra cómo algunos artistas optaron por el realismo social y plasmaron los problemas de la intolerancia religiosa, la esclavitud o la explotación laboral. En paralelo, los regionalistas se centraban en la iconografía americana. Entre ellos, el pintor Thomas Hart Benton que se convirtió en el nexo de unión con lo que después llevó a la cumbre del expresionismo abstracto: Benton tuvo entre sus alumnos a Jackson Pollock.

El primer Pollock que se ve en Art in the USA está cercano al surrealismo, pero pronto abandonó las técnicas tradicionales, se puso a pintar sobre el suelo y sin pinceles. Tras el fin de la II Guerra Mundial, comienza el tiempo en que Nueva York desbancó a París como capital del arte y aparecieron en escena pintores como Clyfford Still, Rothko o Motherwell.

La exposición dedica una sala a los tres artistas que intercambiaron ideas para reaccionar contra el expresionismo abstracto: Rauschenberg, Cy Twombly y Jasper Johns. Es el punto de partida del pop art de Lichtenstein, Rosenquist, Warhol y Claes Oldenburg. Inmediatamente después se ve el minimalismo, con su redefinición de las categorías tradicionales del arte. Aparecen las obras de Serra, Donald Judd y las esculturas de luz de Dan Flavin, y de los artistas que animaron al espectador a interactuar con las esculturas.

La última sección de Art in the USA está dedicada a los artistas que han trabajado desde 1980, en un mundo de mezcla cultural y globalización. Destaca el resurgir de la pintura con Schnabel o David Salle y el acercamiento al grafito de Keith Haring y Basquiat. Otros pesos pesados de los fondos Guggenheim aparecen bien representados en el capítulo que cierra la exposición: Jeff Koons y el videoartista Matthew Barney. A poca distancia, se levantan imponentes las esculturas de La materia del tiempo.

Kens confía en que los visitantes europeos aprecien la exposición en toda su extensión. El comisario defiende que la muestra es "una narración lógica" del arte de su país, en la que se verá "la evolución de la fascinación americana por el espacio, por la extensión hacia el oeste". "Los paisajes de los siglos XVIII y XIX mostrarán de dónde proviene Richard Serra, un escultor de paisaje", añadió. "La exposición trata de demostrar que los artistas contemporáneos provienen de una cultura compartida, de una tradición americana".

Una visitante, ante la obra <i>Cápsula flamenca,</i> de James Rosenquist, de 1970.
Una visitante, ante la obra Cápsula flamenca, de James Rosenquist, de 1970.SANTOS CIRILO
La obra de Mel Ramos <i>Rubia Lulú con suerte</i> y, al fondo, <i>Grrrrrrrrrrrrrrrr,</i> de Roy Lichtenstein, ambas de 1965.
La obra de Mel Ramos Rubia Lulú con suerte y, al fondo, Grrrrrrrrrrrrrrrr, de Roy Lichtenstein, ambas de 1965.S. C.
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