Ni primeros ni últimos

A fuerza de repetirlo se ha llegado a convertir en certeza la afirmación de que el sistema sanitario español es el sexto mejor del mundo. Lo dijo la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2000 y lo han ido repitiendo las autoridades del ramo con gobiernos del PP o del PSOE. La calificación tal vez sea exagerada. Un estudio que acaba de realizar Health Consumer Powerhouse, la más potente consultora sanitaria en Europa, coloca a España en el puesto 14º de una lista de 29 países europeos estudiados encabezada por Austria, por detrás de Francia y Alemania y por delante de Reino Unido e Italia. El Gobierno se ha apresurado a descalificar el resultado, alegando falta de rigor metodológico y eso que, pese a todo, la sanidad española gana tres puestos respecto al informe que este mismo instituto realizó en 2006.

Es verdad que este tipo de investigaciones puede caer en el reduccionismo según los datos con los que se trabaje y cómo hayan sido utilizados. En ese sentido, son relativamente razonables los argumentos del Ministerio de Sanidad para restar validez a las conclusiones con el argumento de que el enfoque está centrado en el consumo, incompatible con el sistema español basado en la universalidad y la gratuidad de la medicina. Con todo, algunas observaciones negativas del estudio parecen acertadas. Por ejemplo, señala que uno de los problemas de la sanidad española continúa siendo las listas de espera quirúrgica. El informe observa que, pese a que el sistema sanitario español mejora, está lejos de alcanzar el nivel de excelencia -en realidad, ninguno de los países estudiados lo tiene- y recoge también la percepción de que a la máxima calidad sólo se llega si se completa en centros clínicos privados.

No hace falta conocer las conclusiones de esta consultora para hacer hincapié en el problema de las listas de espera en nuestro país, que siguen siendo objeto de manipulaciones partidistas en diversas comunidades autónomas, como es el caso de Madrid, donde el Gobierno regional insiste en que se ha reducido a 30 días (en el resto de España el tiempo medio es de 72 días) sobre la base de un cálculo interesado distinto del cómputo nacional. El sistema sanitario español debe sus mejoras a la buena preparación en general de nuestros médicos. Sin embargo, un elemento inquietante que no recoge el informe es el actual déficit de facultativos que existe en al menos cuatro especialidades: Familia, Pediatría, Anestesiología y Radiología.