El vertedero de San Marcos sigue recibiendo basuras superada la fecha para su clausura
El alcalde de Rentería acusa a EB y ANV de frenar el cierre del mayor basurero guipuzcoano
La basura de San Sebastián y sus municipios colindantes continúa almacenándose en el vertedero de San Marcos, ubicado en Rentería, pese a que el pasado domingo debía estar clausurado. Los camiones seguían ayer descargando desechos. Esta situación se mantendrá hasta que se resuelva el conflicto abierto ahora entre el Consorcio de Residuos, encargado de gestionar las basuras de Guipúzcoa, y la Mancomunidad de San Marcos, que se opone a la incineradora. Mientras, el alcalde de Rentería, el socialista Juan Carlos Merino, exigió ayer el cierre del basurero.
La fecha del cierre del vertederto de San Marcos (30 de septiembre de 2007) se conocía con muchos meses de antelación. Fue acordada sin discrepancia alguna a finales de febrero pasado por el anterior equipo de la Diputación guipuzcoana (PNV-EA) y por los responsables de las mancomunidades antes de que éstas renovaran sus órganos directivos tras las elecciones municipales de mayo.
Sin embargo, la clausura del basurero no fue posible ayer debido a que la Mancomunidad de San Marcos, ahora en manos de EB y ANV, "no ha cumplido los compromisos" adoptados por todas las mancomunidades en el seno del Consorcio de Residuos de Guipúzcoa, asegura su presidente, Luis María Oyarbide, ex diputado foral de Medio Ambiente.
La mitad de la basura generada en la comarca donostiarra (unas 200 toneladas diarias) seguirá aún depositándose en San Marcos. La otra mitad se trasladará a los vertederos de Lapatx (Azpeitia), Sasieta (Beasain) y Urteta (Zarautz). El Consorcio de Residuos, donde están representados la Diputación, el Ayuntamiento donostiarra y las ocho mancomunidades, no admitirá el envío total de las basuras de San Marcos hasta que obtenga garantías de que esta mancomunidad no obstaculizará la construcción de la incineradora en Zubieta, en el término municipal donostiarra. Le exige ahora a San Marcos que detalle cómo hará frente a la logística del traslado de las 400 toneladas diarias de basura a los otros vertederos, y le insta a firmar el convenio de financiación del consorcio.
El presidente de San Marcos, Ricardo Ortega, de EB y contrario a la incineración, reconoció ayer que la decisión de continuar almacenando basura en su vertedero supone "una medida de presión" que persigue "poner a toda la población en nuestra contra". Ortega considera que las exigencias de Oyarbide pretenden hacerles "pasar por los responsables del caos de las basuras" en Guipúzcoa. Y lanzó esta advertencia: "Si lo que quieren el consorcio y las mancomunidades es que San Marcos se adhiera al plan de residuos y acepte la incineración de basuras, no lo van a conseguir".
En medio de la polémica, el alcalde de Rentería, como hizo el pasado sábado su homólogo donostiarra, Odón Elorza, instó ayer a los responsables de San Marcos a cumplir los acuerdos para cerrar el basurero. Con el apoyo del PNV y EA, Merino criticó que quienes "hasta hace pocos meses jaleaban las protestas urgiendo al cierre del vertedero", ahora "frenan los pasos necesarios para una solución definitiva".
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