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Una dirigente de la oposición de Túnez inicia una huelga de hambre

"Luchamos por defender el último reducto de las libertades en Túnez". Maya Jribi, de 48 años, encabeza el Partido Demócrata Progresista (PDP), una formación de oposición legal pero que cada día tiene mayores dificultades para ejercer su actividad. Junto con la argelina Louisa Hannoun, es la única mujer que dirige un partido en el mundo árabe.

Hace ya 13 años que el PDP y su semanario El Mawqif comparten un piso alquilado de 100 metros cuadrados en la capital, pero ahora su propietario ha decidido cancelar el contrato so pretexto de que no sólo se utiliza como redacción, sino para ejercer actividades políticas.

"El arrendatario ha sido sometido a presiones porque [el régimen] quiere quitarnos el último espacio en el que aún podíamos reunirnos", denuncia Jribi. "Padecemos acoso político con apariencias judiciales", añade. "Tampoco podemos alquilar salas en hoteles o en centros de convenciones porque o están ya reservadas o van a hacer obra".

La iniciativa del arrendatario ha sido la gota de agua que ha colmado el vaso de la paciencia de Jribi. Hace ya seis días que se puso en huelga de hambre "ilimitada, hasta que cese el hostigamiento". A su lado, Nejib Chebbi, de 64 años, fundador del partido, también ayuna pese a su delicado estado de salud.

Jribi, soltera, bióloga de formación, fue elegida en diciembre secretaria general del PDP, en sustitución de Chebbi, un pequeño partido sin representación parlamentaria. Trabaja en un estudio de marketing. Desde los 18 años militó en asociaciones de defensa de derechos humanos. Las mujeres desempeñan un papel relevante en la oposición al presidente Ben Alí.

"Túnez no ha avanzado un ápice en el camino de la democracia", sentencia esta mujer frágil -pesa 45 kilos- antes de interrumpir la conversación telefónica porque da muestras de agotamiento.

Las autoridades tunecinas han indicado a la prensa que el PDP ha convertido un contencioso inmobiliario en un asunto político, pero en la calle policías de paisano rodean las sedes nacional y provinciales del partido y filtran sus accesos.

Túnez fue el primer país mediterráneo que firmó un acuerdo de asociación con la Unión Europea y es el que más ayudas recibe por habitante.

Maya Jribi.
Maya Jribi.AFP

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