Unos 300 manifestantes queman decenas de fotos de la familia real en Girona

El jueves de la semana pasada fue una única foto del Rey. Ayer por la noche, una quema masiva de fotografías del monarca y de la familia real en Girona y en Molins de Rei (Barcelona). Más de 300 personas se concentraron en la plaza del Ayuntamiento de Girona y otras 100 ante el consistorio de Molins de Rei para mostrar su apoyo al independentista Jaume Roura, acusado de un delito de injurias a la Corona por la quema de una fotografía del Rey el pasado 13 de septiembre. Tras leer sendos manifiestos, algunos participantes quemaron una cincuentena de retratos de don Juan Carlos y doña Sofía.

La mayoría de las fotografías que quemaron los radicales independentistas eran fotocopias sacadas de revistas o recortadas de periódicos.

En Girona, el acto transcurrió sin apenas presencia de los Mossos d'Esquadra, al menos uniformados. Sólo unos cuantos agentes de la Policía Municipal parapetaban la entrada del consistorio gerundense para impedir una eventual entrada de los manifestantes al edificio; nada que ver con la concentración del sábado pasado, cuando los Mossos d'Esquadra blindaron literalmente el centro histórico de la capital gerundense ante la indignación de ciudadanos y visitantes.

Los manifestantes, entre los que no se encontraba Jaume Roura -puesto en libertad con cargos el pasado viernes por la Audiencia Nacional- portaban pancartas en las que se podía leer: "Yo también quemo la corona española" y "Yo también soy antimonárquico/a", y corearon consignas a favor de la independencia de Cataluña.

También denunciaron el "silencio cómplice" de las instituciones y partidos catalanes desde que se produjeron los hechos durante la pasada visita del Rey a la ciudad. Sólo los dirigentes de Esquerra Republicana (ERC) y el miembro del Consejo General del Poder Judicial, Alfons López Tena -representante de una plataforma soberanista- limitaron la quema de fotografías de los monarcas a un ejercicio de libertad de expresión. En cambio, los gobiernos central y catalán condenaron con rotundidad los incidentes.

Una protesta similar a la de Girona tuvo lugar en la localidad de Molins de Rei (en el Área Metropolitana de Barcelona), donde un centenar de personas se echaron a la calle para pedir que se respete la "libertad de expresión".

En un ambiente festivo y en medio de una gran cantidad de banderas independentistas, los manifestantes portaron una pancarta con la inscripción "Quemar una foto del Rey es delito. Todos somos delincuentes". La lectura de un manifiesto muy similar al de Girona dio paso a la quema de una fotocopia de un retrato del Rey entre los aplausos de los asistentes.

Ambas concentraciones fueron convocadas por la plataforma Alerta Solidaria, que también organizó una jornada de protesta en diferentes ciudades catalanas como Tarragona, Reus, Caldes de Montbui, Sabadell, Vic y Ripoll. Pero en principio sólo en las concentraciones de Girona y Molins se llegaron a quemar fotos de la familia real.

El portavoz del colectivo independentista y republicano de Girona, Lluís Sales, aprovechó el acto para explicar que dos jóvenes que militan en el grupo radical Maulets fueron denunciados por la policía local de Figueres por hacer pintadas antimonárquicas en una pared.

La de ayer fue la tercera manifestación convocada en Girona por el colectivo independentista de las comarcas gerundenses desde el primer incidente del jueves día 13.