El radicalismo presiona a ERC y CiU
Plataformas independentistas se lanzan a promover un referéndum de autodeterminación
El universo nacionalista está en ebullición. El cambio de papeles de CDC y ERC en el escenario político catalán ha originado una serie de tensiones en ambas fuerzas y en sus respectivos entornos inmediatos, que en algunos casos se superponen. Estas tensiones han dado lugar a la formación de corrientes de opinión y plataformas que tanto en Convergència como en Esquerra defienden tesis tendentes a la radicalización, opuestas a las oficiales. Pretenden que estos partidos den por agotada la vía autonomista y se han lanzado a promover un referéndum de autodeterminación. Hoy se lo plantean a Josep Lluís Carod, en su calidad de consejero de la Vicepresidencia del Gobierno catalán.
La principal destinataria de la presión de estos sectores es la dirección de ERC, que en algunos momentos se ha mostrado incapaz de sobreponerse a ella. Es lo que le sucedió cuando debía decidir si votaba o favor o en contra del Estatuto de Autonomía de 2006. Su opción final por el no, aportó un balón de oxígeno al radicalismo independentista extraparlamentario que rechaza la Constitución. Visto el éxito, estos sectores han multiplicado desde entonces la presión. Este vector incide también, sin embargo, sobre Convergència, hasta el extremo de que un sector del partido dirigido por Artur Mas abona ahora la formación del Gobierno con ERC que Jordi Pujol rechazó en 1995 y 1999. La propuesta de refundación del catalanismo lanzada hace 10 días por Mas persigue, entre otras cosas, poner fin al enfrentamiento con ERC y levanta un banderín de enganche susceptible de englobar tanto a partidarios del Estatuto como a sus detractores independentistas. El censo de plataformas creadas es significativo: Reagrupament.cat. Creada como corriente interna de ERC por el sector del partido encabezado por el ex consejero de Gobernación Joan Carretero, propone que ERC abandone el Gobierno catalán de izquierdas dé prioridad al "eje nacionalista" frente al eje derecha-izquierda. Reclama unir en una candidatura electoral todos los grupos que defienden el derecho de Cataluña a la autodeterminación. Esquerra independentista. Impulsada por el diputado autonómico y ex dirigente de la JERC Uriel Beltran y por Héctor López Bofill, profesor de Derecho Constitucional, propone renegociar el pacto de Gobierno en Cataluña para que incluya las reivindicaciones independentistas, entre las que destaca una ley para celebrar en 2014 un referéndum sobre la independencia. Sobirania i Progrés. Surgida también en el entorno de ERC, sus portavoces son el actor Joel Joan y Oriol Junqueras, profesor de Historia. En la actualidad lleva a cabo una campaña para la desobediencia fiscal, la internacionalización de la reclamación soberanista catalana y para que la Generalitat pueda convocar referendos políticos. Plataforma per la Sobirania. Impulsada por un sector soberanista de Convergència Democràtica, persigue el retorno de CiU al Gobierno catalán, de la mano de ERC. Para ello, propone, en primer lugar, la presentación en 2008 de una moción de censura al Gobierno del tripartito de izquierda, la celebración de un referéndum de autodeterminación en el plazo de dos legislaturas, y la formación de un grupo parlamentario conjunto de estos partidos en las Cortes. Cercle d'Estudis Sobiranistes. Es una confluencia de las plataformas surgidas en ERC y de Convergència. Encabezada por el notario Alfons López Tena, vocal del Consejo General del Poder Judicial a propuesta de CiU, y por Hèctor López Bofill. Su objetivo es constituirse en "catalizador" y "brazo intelectual" del independentismo. Se ha propuesto redactar un borrador de constitución para Cataluña. Plataforma pel Dret a Decidir. Creada por los sectores independentistas que promovieron el no en el referéndum del Estatuto de Autonomía de 2006. Aunque nominalmente la integran representantes de 700 entidades sociales y culturales de muy variado tipo, está hegemonizado en la práctica por los sectores extraparlamentarios que rechazan el autonomismo y la Constitución. Su portavoz es Mònica Sabata. En la actualidad, realiza una campaña para que la Generalitat tenga la facultad legal de convocar referéndums. Araitaca.cat. La de más reciente creación. Esta plataforma se presenta como no partidista pero sus promotores forman parte también de otras del mismo perfil independentista. El pasado día 11 lanzó un manifiesto titulado Prou de via estatutària, que fue presentado por el periodista Víctor Alexandre, autor de numerosos libros de propaganda independentista. Desfederem-nos. Promovida por un miembro del consejo nacional de CDC, Lluís Rovira, propone que el próximo congreso de su partido, previsto para el verano de 2008, ponga fin a la federación de Convergència i Unió. El resultado sería que, salvo posteriores alianzas, a las elecciones concurrirían Convergència como partido nacionalista, por una parte, y Unió como partido socialcristiano por otra. La proliferación de plataformas en estos sectores de opinión ha llevado a algunos de sus simpatizantes a preguntarse si se tratará de un soufflé artificiosamente hinchado. Lo cierto es que una buena parte de los adheridos a estas plataformas, en una cifra imposible de determinar, pertenece a más de una. Un ejemplo ilustra el hiperactivismo característico de estos sectores. El citado Víctor Alexandre, que figura como promotor de Araitaca, es coautor de varios libros de propaganda independentista con Joel Joan. Joel Joan es, a su vez, promotor de la plataforma Sobirania i Progrés. Entre los promotores de Sobirania i Progrés está Hèctor Bofill, que destaca también como líder de Esquerra independentista y, además, es uno de los dos impulsores y exponentes públicos del Cercle d'Estudis Sobiranistes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.