Tecnoconfort negocia con los sindicatos el futuro de la fábrica de la Zona Franca, con 400 trabajadores
Otro revés para la industria auxiliar de la automoción. La dirección del grupo Tecnoconfort, especializado en la fabricación de asientos para automóviles, y participado por la multinacional francesa Faurecia, está abordando con los sindicatos el futuro de la planta que tiene en la Zona Franca de Barcelona, y que da trabajo a unas 400 personas.
Ambas partes se reunieron ayer tarde para pactar una solución. Mientras algunas fuentes confiaban en consensuar un plan industrial y daban por hecho una amplia reestructuración de plantilla, otras no descartaban incluso el cierre definitivo de la planta barcelonesa. La dirección de Tecnoconfort y los sindicatos seguirán negociando entre esta semana y la próxima.
La dirección de Tecnoconfort, empresa que tiene otra fábrica en Pamplona que suministra los asientos del Volkswagen Polo, esgrime falta de carga de trabajo para el futuro inmediato. La planta de la Zona Franca trabaja principalmente para Seat, a la que suministra los asientos del Ibiza.
A finales del pasado mes de julio, la empresa comunicó a los sindicatos y al comité que había perdido el proyecto PQ 25 para Seat, previsto para 2008. Ese año la compañía automovilística española va a lanzar el nuevo Ibiza. Es decir, de seguir las cosas como hoy, Tecnoconfort sólo tiene trabajo para un año, hasta que la planta de Seat en Martorell siga fabricando el modelo actual de su coche más vendido.
El problema de Tecnoconfort es, como el de tantas otras empresas de componentes, de monocultivo: dependen de una sola empresa a la que, en muchos casos, sólo suministran un produto. En este caso, asientos para el Ibiza.
Monocultivos
Se trata del mismo problema que sufrió la multinacional SAS, que el pasado mes de marzo anunció el cierre de su fábrica de Abrera (Baix Llobregat) y presentó un expediente de regulación de empleo (ERE) que supuso el despido de 210 trabajadores.
En ese caso, la retirada por parte de Seat de la actual producción de salpicaderos destinados a los modelos Ibiza y Córdoba, y la pérdida de la adjudicación de un nuevo pedido para abastecer el nuevo modelo de Ibiza supusieron un bache insalvable.
El penúltimo coletazo de la presión que los constructores de automóviles están ejerciendo sobre sus proveedores para reducir costes se acaba de llevar por delante a GDX Automotive, que también tenía en Seat su principal cliente. La multinacional estadounidense anunció a finales de marzo el cierre escalonado de su fábrica de Palau-solità i Plegamans (Vallès Occidental), lo que en 2008 dejará sin trabajo a 740 personas. La compañía produce juntas de caucho para turismos y llevaba cuatro años en números rojos. En 2006, perdió 18 millones de euros.
Faurecia, una de las compañías implicadas en el escándalo de sobornos a ejecutivos de Volkswagen, Seat, Audi y BMW para conseguir contratos, destapado hace más de un año, cuenta con varios centros de producción en Cataluña, Navarra, Galicia, Madrid, Castilla y León, País Vasco, Aragón y Valencia.
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