Maquillado, con traje de escena y en ataúd blanco

Pavarotti había dado disposiciones muy precisas acerca de sus funerales: quería un ataúd blanco de madera de arce. Además, quería el traje de escena que vistió en los últimos conciertos. Así que se encargó un gran féretro de madera clara, que acogió el cuerpo del tenor, vestido con su esmoquin de escena y con el pañuelo de seda blanca que solía sujetar mientras cantaba. También fue maquillado con cera, tal como se usa en la opera. Así lo vieron miles de personas ayer en la catedral de Módena, su ciudad natal.

El funeral se celebrará hoy con un servicio religioso solemne, por deseo de la familia

Luciano Pavarotti, de 71 años, murió en la madrugada del jueves en su casa, tras luchar con un cáncer de páncreas que le fue diagnosticado el año pasado. Horas más tarde, el ataúd fue trasladado al Duomo de Plaza Grande, donde se instaló la capilla ardiente abierta al público. Ayer fue reabierta a las seis de la mañana hora local, e inmediatamente se formó una larga fila de personas que fue creciendo y creciendo, hasta el punto de que los trabajadores del Ayuntamiento se vieron obligados a alargar las barreras inicialmente previstas para regular las colas.

En el Duomo, estuvieron ayer dos de sus hijas mayores, Cristina y Giuliana, nacidas del primer matrimonio del tenor con Adua Veroni, quienes permanecieron durante toda la mañana recogidas en silencio ante el féretro del padre. La viuda del artista, Nicoletta Mantovani, también se acercó por la mañana hasta la capilla ardiente con su hija Alice, de cuatro años, en brazos.

El lento peregrinaje de personas que acudieron a despedir a Big Luciano prosiguió hasta la medianoche local, y ayer mañana desde las seis hasta la una de la tarde. A todos se les entregaba una foto de recuerdo del tenor sonriente, con las fechas de su nacimiento y muerte: es la imagen que la familia desea que sus admiradores se lleven y recuerden

Las autoridades de la ciudad de Módena se preparan ahora para el funeral de hoy que se espera multitudinario. La familia advirtió de su deseo de celebrar un servicio religioso solemne. Durante la misa cantará el tenor italiano Andrea Bocelli. Además de los ciudadanos de Módena se espera que sean muchos los amigos y colegas del mundo de la música que se acerquen hasta la catedral para rendirle un último homenaje. El primer ministro italiano, Romano Prodi, ya ha expresado su voluntad de asistir a las honras fúnebres, así como el presidente de la República Giorgio Napolitano, que también acudió a la capilla ardiente.

El alcalde de Módena, Giorgio Pighi, propuso dedicar a Pavarotti el teatro local. "Nos deja un gran artista, un hombre bueno que lució nuestra ciudad en todo el mundo, por esto quiero que se le dedique el teatro", explicó.

En la Plaza Grande donde se encuentra el templo se han instalado tres mesas, con un libro de firmas para que los ciudadanos muestren sus condolencias y dejen escritas sus impresiones acerca del tenor. En cada una de las mesas hay una gran foto en blanco y negro de un sonriente Pavarotti. Con vistas al funeral de hoy se han colocado pantallas gigantes de televisión cerca de la catedral y los satélites de los diferentes canales ya se encuentran instalados por los alrededores de la plaza para la retransmisión de la ceremonia.

En la ciudad, las banderas ondean a media asta y en las ventanas de las casas se pueden ver letreros que dicen "Adieu Maestro".