Francia, atenta a los resultados

El encuentro mantenido ayer por Álvaro Uribe y Hugo Chávez estaba siendo seguido muy de cerca por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que en los dos días previos mantuvo conversaciones telefónicas con ambos mandatarios.

La diplomacia francesa espera que la intervención de Chávez sirva para acelerar la liberación de la ciudadana franco-colombiana Ingrid Betancourt, candidata presidencial secuestrada en 2002 por las FARC. "Esperamos que esta mediación sea, por lo menos, útil", dijo ayer el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, a la emisora France Info.

El presidente venezolano, que se proclama adalid de la "izquierda revolucionaria" y simpatiza con la guerrilla marxista, puede aportar, según Kouchner, "su toque personal, aunque él mismo sea muy controvertido. Todas las buenas voluntades son bien recibidas y no hay que reparar en medios". Kouchner expresó su preocupación por la falta de información sobre Betancourt: "Nuestros intermediarios, cuyo coraje y tenacidad no puedo menos que alabar, no han logrado obtener noticias en las últimas semanas". En su día, Francia provocó un grave incidente diplomático cuando el ex primer ministro Dominique de Villepin organizó una poca ortodoxa (e infructuosa) operación de rescate de Betancourt, usando para ello territorio brasileño.

A instancias de Sarkozy, y como gesto de buena voluntad, Uribe excarceló recientemente a Raúl Reyes, ex portavoz de las FARC, que hoy se encuentra en Cuba.